Osamu Tezuka, el artista que se adelantó a su tiempo

Con este artículo, desde AKB queremos dar a conocer a uno de los precursores del manga tal y como lo conocemos hoy en día. No obstante, este pequeño reportaje no está destinado únicamente a los novatos, estamos seguros de que los nostálgicos también desean recordar a una de las grandes figuras del cómic japonés.

Osamu Tezuka

En primer lugar, hagamos un rápido recorrido por la biografía de Osamu Tezuka.

Osamu Tezuka nació en Osaka el 3 de noviembre de 1928. Siendo aún un niño, se vio tan fascinado por la animación de su tiempo que rápidamente comenzó a interesarse por el dibujo. Con tan sólo 20 años y habiendo comenzado sus estudios de medicina, realizó su primer trabajo de importancia, Shin Takarajima o, en castellano, La nueva isla del tesoro. A pesar de haber generado en sus años de juventud una ingente obra, no fue hasta los años 50 cuando éstas comenzaron a tener notoriedad. Así, surgieron el famoso Astroboy o La princesa caballero, considerado el primer manga shojo – para chicas- de la Historia.

Se calcula que el maestro Tezuka dibujó más de 150.000 páginas y produjo más de 60 películas en 35 años.

Toda la obra de Tezuka se vio profundamente influenciada por la Segunda Guerra Mundial y los horrores. No hay que olvidar que Osamu tuvo que vivir todos los años en que los horrores de esta cruentísima batalla se sucedieron y que, como es de esperar, la caída de las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki le afectaron, como a todos los japones e, incluso, al mundo entero, siendo un tema que todavía hoy, 69 años después, siguen estremeciendo los corazones de ciudadanos de todo el mundo.

Debido a esta influencia, en mayor o menor medida, surgieron muchas obras como Fénix  (1954), Buddha (1972), Black Jack (1973) y, evidentemente, Adolf (1983).

Osamu Tezuka fue un hombre que se adelantó a su tiempo, tratando temas tabú en la época como la homosexualidad, la corrupción política o las armas químicas.

El maestro Tezuka nos dejó a la edad de 60 años, el 9 de febrero de 1989, debido a un cáncer estomacal.

No nos es extraño que se lo considere el padre del manga e, incluso, el dios del manga. Con la censura y el miedo de los años de la guerra, fue uno de los pocos artistas aventurados en tratar temas espinosos como los que ya hemos mencionado anteriormente. Por ello, se merece este pequeño homenaje y el reconocimiento que se le ha otorgado tanto en la industria como en los corazones de todos los amantes del manga dejando un legado inolvidable y que permanece vivo después de tantos años.

 LA OBRA DE OSAMU TEZUKA

En este apartado, pasaremos a reseñar algunas de las obras más notables de Tezuka, en concreto, Shin Takarajima, La Princesa Caballero, Fénix, Buddha y Adolf.

Shin Takarajima (1947)

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Con el mapa que le ha dejado su padre como una pista, Pete va corriendo a su coche y conduce hasta el puerto para llegar a un barco justo a tiempo. Tras convencer al capitán del barco para que le ayude en su travesía por buscar un tesoro, se ven acosados por un grupo de piratas cuyo capitán, Boar, es un temible hombre de un solo brazo y una sola pierna. Tras sortear a este extraño grupo, Pete se pone rumbo a la isla del tesoro. Una vez allí, se pone manos a la obra en una divertida búsqueda ayudado por el capitán.

La princesa caballero (1954)

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En el cielo se asignaba el sexo a niños y niñas mediante la entrega de un corazón azul a los niños y un corazón rojo a las niñas, uno de los ángeles no quiere dejar de serlo, por lo que entrega a una de las niñas, Zafiro, su corazón azul. Debido a esta travesura, Chopy, el ángel, es enviado a la Tierra como castigo. Al nacer, la situación de Zafiro es ya de por sí complicada. En su reino, el Valle Plateado, rige la ley sálica, por lo que el rey hace pasar a su pequeña hija por un chico para evitar que los nobles tomen el poder. La princesa crece vistiéndose como un hombre pero, al llegar a la adolescencia, conoce al príncipe de un reino vecino y se enamora de él. Ella y el príncipe deberán luchar contra los malvados que les quieren arrebatar el poder y, después de batallas y desventuras, triunfa el amor y consiguen casarse.

Buddha (1972)

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En la antigua India, las vidas de muchas personas están plagadas de hambruna, sequías, guerra y constantes injusticias debido al sistema social de castas. El alma de muchas personas infelices se unen con motivo del nacimiento del joven príncipe Sidartha, quien se embarca en un viaje espiritual y se convierte en Buda Gautama, el iluminado, e intenta lograr el renacimiento espiritual de la gente de esta terrible era.

Fénix (1986)

FENIX

El fénix, el ave inmortal que renace de sus propias cenizas. Cuenta la leyenda que si uno consigue beber su sangre, obtendrá la inmortalidad. En los principios de la era Yamato de la historia japonesa (250-710 d. C.), la obsesión del rey por dejar constancia de su gloria a las generaciones venideras le lleva a construir un enorme montículo funerario kofun y a masacrar a los territorios de Kumaso.

Por otro lado, en un futuro distante, los cuatro tripulantes de una nave espacial deben abandonarla en sendas cápsulas individuales a raíz de un misterioso accidente…

Fénix se trata de la obra más importante de Osamu Tezuka, quedó inconclusa debido a su fallecimiento y, según sus propias palabras, la consideró como su obra magna.

Adolf (1983)

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La aparición de unos documentos sobre el origen judío de Hitler pondrán en peligro el régimen nazi. Estos documentos serán buscados por miembros de la Gestapo y la Kempentai, la policía secreta japonesa, para destruirlos. En el otro bando se encuentran los enemigos del Partido Nazi quienes pugnan por hacerlos públicos.

Tras este breve recorrido por algunas de las obras más importantes de Osamu Tezuka, podemos hacernos una mejor idea de cómo influyó la Segunda Guerra Mundial en sus obras y de que Osamu Tezuka también dedicó buena parte de su ingenio al público infantil, entre otras muchas cosas.

Es imposible desmigar cada obra puesto que, a mi juicio, necesitaríamos toda una vida de estudio y dedicación a cada página de cada obra del maestro.

Asimismo, podemos vislumbrar que las obras de Osamu Tezuka supusieron un punto de inflexión en la concepción del manga en años posteriores. El autor, al tocar distintos palos – hemos mencionado que La Princesa Caballero se ha considerado el primer manga shojo de la historia – supuso la vía de inspiración que autores posteriores necesitaron para dibujar sus obras.

Por otro lado, me gustaría mencionar que, hace dos años, Héctor García, autor de Un Geek en Japón – publicado en España por Norma Editorial – publicó en su blog personal una interesante entrada acerca de una exposición de bocetos de Osamu Tezuka en el aula de cultura de Satagaya, a la que tuvo el placer de asistir.

Hasta aquí, este pequeño homenaje a la obra de uno de los artistas más grandes de todos los tiempos. Esperamos que hayáis disfrutado.

  1. De Tezuka he leído Fénix y Adolf. Al contrario que muchos, me quedo con Adolf. No sé si será por la época en que se contextualiza la obra, pero tanto su argumento como la forma de contar la historia no las he vivido nunca, teniendo en cuenta novelas.

    Adolf es tan sensacional que muchos la consideran obra de culto. A mí me marcó eternamente. ¡Me ha gustado mucho el artículo!

    Un saludo, Ninfa 🙂

  2. En la lista de las más importantes me falta El Rey León… oh, wait, Kimba el León Blanco quería decir XD

    He leído mucho manga, pero los comics de Tezuka nunca me han hecho especial ilusión.

  3. HOLA ME AGRADEZCO MUCHO QUÉ TE TOMARÁS EL TIEMPO DE HACER TAN GRAN INFORMACIÓN SOBRE EL PADRE DEL MANGA PERO TENGO UNA GRAN DUDA ME PODRÍAS AYUDAR EN CUAL DE SUS GRANDES HISTORIA SE TRATA EL TEME DE LA HOMOSEXUALIDAD ME ENCANTARIA PODER SABE MÁS DE ESTE TEMA MUCHAS GRACIAS POR TU AYUDA ^-^

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