Hemos amanecido con una noticia de esas que son carne de fanboys: The Order 1866, el exclusivo de PS4 dura menos de 6 horas y más de la mitad son cinemáticas. Pero vamos a intentar ver más allá de un gameplay rápido y corre calles para ver el verdadero problema de todo esto.
El verdadero problema es: ¿De donde ha salido la información? Pues sí, de un Youtuber poco conocido que se llama playmethrough que se ha liado la manta a la cabeza y ha subido en vídeo todo el juego, de pe a pa. ¿Como puede ser que un Youtuber con menos suscriptores que esta santa casa tenga el juego antes que nadie? Ahí viene el problema y el quid de la cuestión.
Mientras que los que nos consideramos críticos de bien tenemos que cumplir a rajatabla una serie de embargos injustos sobre información, que parece realmente que la compañía tiene miedo a que le demos cera al juego, se le da carta blanca a los Youtubers para grabar y difundir el juego antes que nadie. Por supuesto, ellos no van a hablar mal que les cortan el grifo y nosotros, mientras, viéndolas venir. Más allá de que una persona te destripe el juego una semana antes de que salga, de descubrir que tu juego vende consolas de primeros de año tiene más cinemáticas y Quick Time Events que juego real, Sony se enfrenta a un problema de credibilidad, dándole más peso a alguien que, no es el caso de este gameplay, simplemente se dedica a hacer reír a niños rata frente a la pantalla que a criticar de forma constructiva un producto, como hacemos en AKB, y no es por echarnos flores encima, que algunas veces también toca.
Parece que está claro que los medios escritos vendemos menos que «la gente de Youtube«, que nosotros como profesionales cumplimos una serie de requisitos que nos ponen las compañías y, como pasa en este caso, alguien se salta el embargo, si es que alguna vez lo hubo para Youtubers, que lo dudo mucho, y les sale el tiro por la culata. Hoy mucha gente ha cancelado la reserva del juego por un simple vídeo, por no hacer las cosas bien y penalizar a los medios escritos frente a los audiovisuales, que no todos son malos ni no profesionales, que quede claro. ¿Qué pasará la próxima semana si nos cargamos The Order 1866? Es algo que tendréis que esperar hasta que tengamos permiso para publicar nuestro análisis.