Vamos a hablar sobre un tema al que llevo dando vueltas durante todo el verano y que cada vez tengo más claro debido a que todas las piezas encajan, dando como resultado un súper ventas que no veíamos desde hace mucho tiempo. Posiblemente la franquicia más exitosa nacida en el presente siglo dentro del país nipón, Yokai Watch de Level-5 parece haber encontrado la fórmula del éxito.
Como toda buena historia, comencemos por los orígenes. Para los que no sepáis de qué estamos hablando, se trata de una nueva IP desarrollada por el estudio de Fukuoka LEVEL-5, quienes tienen en su historial sagas tales como el Profesor Layton, Inazuma Eleven o Ni No Kuni, así como antes de estos los fantásticos Dark Cloud y Dark Chronicles, Dragon Quest IX hace un lustro o el recientemente lanzado para la eShop y que tanto me gustó, Attack of the Friday Monsters. Magia es lo que caracteriza a este equipo, experimentado en múltiples plataformas pero que a día de hoy parece encontrarse más cómoda con Nintendo y especialmente con Nintendo 3DS, la protagonista de hoy.
Yokai Watch nace en el año 2013 con la pretensión de repetir el éxito de sus sagas precedentes en Nintendo DS (Layton e Inazuma) con una serie de aspectos a tener en cuenta para encajar a la perfección a la hora de una hipotética adaptación al anime, merchandising por doquier, manga y, finalmente, la llegada al resto de territorios del planeta. Sería arriesgado decir que Level 5 se dedica especialmente a un solo género, puesto que tenemos de todos los colores y gustos, pero quizás estemos todos de acuerdo en el hecho de que el RPG es lo que mejor sienta a sus obras –que me disculpe el señor Hersel Layton, al que aprecio enormemente-. Sin embargo, no estamos ante juegos de RPG convencionales, más bien innovadores o que apuestan por mecánicas no antes vistas. Comenzando por un Dark Cloud donde nuestras armas subían de nivel y podían morir literalmente, a un juego de rol futbolístico donde leeremos horas y horas a la par que dibujaremos en la pantalla táctil a dónde se dirigen nuestros jugadores para finalizar con lanzamientos “híper-mega celestiales”, haciendo llorar a todos aquellos que crecieron con Captain Tsubasa y que nunca pudieron disfrutar de un videojuego tan sobresaliente como éste. Podríamos hablar también de la mezcla perfecta como es Studio Ghibli con L5, dando lugar a uno de los títulos más entrañables que haya jugado en mucho tiempo.
Así pues, Yokai Watch toma prestado un poco de todos ellos, les da forma y da como resultado un nuevo fenómeno. Personalmente le llevo siguiendo la pista desde que salió, y si no fuese por culpa del desdoroso región block que lleva consigo Nintendo 3DS, posiblemente estaría escribiendo este artículo con las carátulas de ambas entregas frente al monitor de mi PC. No obstante, tuve que optar por YouTube para responderme a mí mismo qué era esto de Yokai Watch y por qué me gustaba tanto. Pocas semanas después, tras ver prácticamente entero un Let’s Play en japonés con comentarios en directo en inglés para que nos enterásemos ligeramente de qué iba la historia por parte del poseedor, me entraron más ganas de importar una 3DS japonesa, pude darme cuenta de lo que se veía encima.
Lógicamente, al no enterarme del desarrollo de la historia, que tampoco creo que vaya a ser uno de los apartados más destacables puesto que el target al que se dirige es básicamente el mismo que Inazuma Eleven. No obstante, si queréis haceros una idea de la historia y la esencia de Yokai Watch en términos argumentales, no dudéis en darle una oportunidad al anime. Móvámonos al apartado visual. En resumen, le da una buena palmadita en la espalda a Pokémon –con el cual está muy, muy relacionado-. La franquicia de GameFreak dio el salto a las tres dimensiones el pasado mes de octubre de 2013, prersentando combates dinámicos, con criaturas que dan la sensación de estar más vivas que nunca y apreciando en todo su esplendor la refulgencia que los Pokémon emiten usar sus movimientos. Una pasada. Sin embargo, constantemente da la sensación de que el apartado gráfico de Pokémon X e Y podría dar más, mucho más. La culpa de ello la tienen Super Mario 3D Land, Resident Evil Revelations, Luigi’s Mansion 2, Kid Icarus Uprising y, sobre todo por su semejanza, Yokai Watch. El nivel de detalle y color, la belleza del dibujado, lo bien representada que está la ciudad, una interfaz limpia y cuidada… Muy Level-5. Aquellos que hayáis jugado a Inazuma Eleven tanto en NDS como 3DS conoceréis la devoción que los de Fukuoka sienten por dotar a los escenarios de una gran cantidad de detalles. ¿Hacemos un dormitorio? Vamos entonces a llenarlo de estanterías, y éstas, llenas de libros. La mejor forma es que veáis por vosotros mismos cómo de bien luce el título, teniendo en cuenta además que en las pantallas de la consola siempre se ve mucho mejor. En definitiva: de nuevo, un anime en movimiento.
Sin dejar el apartado artístico, hablemos de algo para mí esencial en una obra destinada a triunfar entre todos los públicos como es el sonido. Desde que arranquemos el cartucho de Yokai Watch presenciaremos una intro al más puro estilo anime con una canción lo suficientemente pegadiza como para que ese día te vayas a dormir tarareándola en tus adentros. La melodía del overworld es fantástica tanto en la primera como segunda entregas, por no hablar de los temas que aparecen en las batallas, perfectamente en sintonía con la batalla.
Otro aspecto que se antoja íntegramente relacionado con el apartado visual es la recreación tan sobresaliente hecha del pueblo en donde se desarrolla la aventura, en comparación con un poblado típico de estas historias. Por citar nombres nuevos, Doraemon, Shin Chan, Keroro, Yotsuba!… No faltarán descampados con tuberías; no faltarán casas y tiendas humildes típicas del barrio japonés tradicional (algo que lograron a la perfección en Attack of the Friday Monsters) ni los semáforos, aspecto inevitable a la hora de movernos por la ciudad, logrando así “dar ejemplo” a los niños, aunque parezca una estupidez. Es imposible saltarse un semáforo. La noche se representa también a la perfección transmitiendo esa soledad y retiro típicos también en este tipo de villas.
Importantísimo componente el de introducir amigos, en ocasiones muy clitché y con algún rasgo físico que recordaremos fácilmente. El listo, el gordito tontorrón, el fuerte… Al igual que Drippy en ese mágico producto que os vendrá a la cabeza, tendremos un compañero –un fantasma- muy idiosincrásico, a veces pesado pero muy leal, que nos servirá como guía y ángel de la guarda en toda la pericia. De este modo, nada puede fallar si damos por sentado que la jugabilidad es muy adictiva. ¿Qué hay que hacer en Yokai Watch? ¿Ir de A a B para hacer recados y vencer al villano de turno? ¿Subir de nivel criaturas hasta que tengan un nivel tan alto que no sea posible ser derrotados? Me atrevería a decir que no, y es que de nuevo vuelven a tomar la herencia de Attack of the Friday Monsters con sus batallas –aquí eran de cartas- dotadas de azar. A su vez, sumado a este factor indominable por el usuario, se encuentra el uso del giroscopio y la pantalla táctil. No podremos negar el relegado uso al que se ha dotado durante la generación de 3DS al panel táctil de la máquina. Un mapa, inventario, y ya. En Yokai Watch, por el contrario, tendremos que hacer uso de la misma durante una gran parte del tiempo. En las batallas, tendremos que dibujar conjuros (¿quién ha dicho Ni No Kuni?), habrá que realizar correctamente minijuegos en el menor tiempo posible y, para remate, el giroscopio se utiliza a las mil maravillas.
En ocasiones, nos tendremos que acercar a árboles y dirigir literalmente la consola a la dirección adecuada. Cuidado, nada de hacer ruido, porque entonces nos descubrirán y las criaturas que vagaban en las ramas saldrán pitando y habremos fallado.
Por último, acercándonos cada vez más al factor meta-jugable, nos topamos con el componente comercial, convirtiendo a este producto perfectamente adecuado para topar las fachadas de cientos de comercios de los alrededores del país. Las cabezas pensantes de Level-5 pensaron en crear un producto capaz de ser adorado por los niños, de poder dar color y forma a algún componente visible y siempre presente el videojuego. ¿Camisetas? ¿Cromos? ¿Adaptación a manganime? ¿muñecos? Entonces, alguien se levantó de la mesa, y dijo: Vamos a hacerlo todo. Y así ha sido.
El reloj del protagonista se ha convertido en el nuevo digivice que Digimon (Toei Animation, 1998) tan bien vendió al resto del mundo. Los niños japoneses desean este gadget presente en la aventura del juego; lo quieren para todo menos para saber la hora, y eso es fantástico para la compañía. El producto ha cuajado.
El 11 de julio de 2013, entre tanto calor, llegó a las tiendas de todo Japón Pikmin 3, el primer gran título para Wii U y que daría algo de salud a la malherida sobremesa de los de Kioto consiguiendo vender 92.720 unidades en su primera semana, copando así la primera plaza del top. Por otro lado, la portátil estereoscópica seguía gozando del mejor de sus años hasta la fecha, dando la bienvenida a lo nuevo de los creadores del Profesor Layton y compañía y sus 55,654 copias. Yokai Watch se hacía así conocer sin hacer ruido, sin que nadie se diese cuenta de lo mucho que iban a cambiar las cosas en tan solo doce meses.
A partir de ahí, todo fue rodado. Buena recepción por parte de la crítica, adaptación a otros medios audiovisuales, merchandising… Si echamos un vistazo justo un año después, con el lanzamiento de la segunda parte, que llegó por partida doble, (Ganzo/Honke), podemos ver que las ventas del primero ya habían ascendido a casi 1.2M, mientras que con tan solo cuatro días en el mercado, consiguió la friolera de 1.316.707 carátulas dando vueltas por las calles del País del Sol Naciente. A día de hoy ya son 2.5M, el doble que el original y con una estimación de ventas que superará los 3M a finales de 2014, uniéndose así a la religión estipulada por Dragon Quest, Monster Hunter y Pokémon. Colas y más colas de gente se esperan para unas más que evidentes terceras entregas en verano de 2015. Esperemos que en esos momentos podamos leer dicha noticia con el primero de la saga dentro de nuestras Nintendo 3DS.
De esta manera, nos acercamos a las conclusiones entre tanto fantasma al que capturar, subir de nivel y usarlo más tarde porque sí, amigos, “hazte con todos”, con todo lo que ello conlleva. Level-5 ha conseguido llegar a su culmen como compañía de videojuegos. Si bien es cierto que todos sus productos en el último lustro dieron con alguna pieza correcta dentro de su rompecabezas particular, da la sensación de que con Yokai Watch recogen todas ellas, las juntan y crean el mejor de los acordes, logrando pues su mejor resultado. Por favor, Nintendo, localiza pronto Yokai Watch, tráenos su anime, sus relojes, su manga y su magia, porque si todo va bien, podemos estar ante un nuevo fenómeno de masas. Mientras tanto, vamos a quemar Fantasy Life.
He estado mirando varios vídeos tanto del baile, el videojuego, etc. Y hay algo que no comprendo y me gustaría que me aclararas esa duda. La mayoría de los vídeos, sobretodo los de la canción pegadiza del ending, tienen muchos dislikes, y no logro entender por qué. También comentarios negativos en japonés, que aunque los traduzca poco puedo sacar porque los traductores y el japonés no se llevan nada bien.
¿Sabes algo sobre eso?
Me temo que se teme más de ese YouTuber en concreto que del vídeo en sí, yo también he visto algo parecido y no entiendo porqué. Sin embargo, como decía puede ser más una cuestión de la persona que subió el vídeo, que no caiga bien o algo similar…
Saludos 🙂