Tras un primer contacto con The Walking Dead Saints & Sinners, lo primero que me vino a la mente fue la sensación de que estaba ante un nuevo nivel dentro de los estándares de la Realidad Virtual, un paso más en cuanto a interacción y nivel de producción y eso se nota en muchos detalles que pasaré a comentar a continuación.
Zombies en VR
Una de las primeras cosas que me sorprendió fue la visceralidad del juego, puedes sentir como un destornillador penetra en el cráneo de los zombies y la sensación es absolutamente demoledora, si además sumamos el gran nivel sonoro con los efectos de sonido que produce la carne y los huesos al romperse y detalles tan cuidados como notar el cambio de expresión de los muertos vivientes al morir definitivamente (hasta podemos ver como los ojos se giran al perder la conexión con el cerebro) la satisfacción que todo ello produce consigue arrancarnos una sonrisa macabra de oreja a oreja.
Todo empieza con nuestro protagonista llegando en una pequeña embarcación al primer escenario, un cementerio que servirá como nuestra base de operaciones donde fabricamos armas entre otras cosas y mejoramos nuestras habilidades. Este lugar es desde donde partiremos hacia otros lugares con nuestra lancha en busca de nuevas misiones, la primera nos lleva al primero de los escenarios en busca de una pieza para hacer funcionar una radio que nos permitirá comunicarnos con otros personajes durante la aventura.
La sensación al llegar allí es verdaderamente inquietante por la devastación del lugar y enseguida nos encontramos con un NPC que nos ofrece una misión secundaria, así que tenemos que recorrer ese primer mini sandbox con la obligación de completar la misión principal y con la opción de cumplir el encargo secundario si así lo deseamos. A todo esto, tenemos que sumar el paso del tiempo ya que un reloj en nuestra muñeca nos indica la llegada de la noche, y para ese momento más nos vale haber terminado con todo lo que queramos hacer porqué es entonces cuando aparecen hordas más grandes de no muertos y todo se complica exponencialmente.
Un desafío constante
Durante el recorrido por las calles y callejones de cada escenario deberemos craftear todo tipo de materiales que nos servirán para fabricar nuevas armas y objetos valiosos, también podemos encontrar bebida o comida para recuperar la vida o la estamina que nos dejemos en el camino, así como piezas de armas. Todo ocupa un lugar en nuestra mochila y la cantidad de huecos, aunque es amplia desde el principio y se puede ampliar con mejoras, se puede quedar corta si buscamos bien por un escenario que está repleto de todos estos objetos. Podemos coger una simple botella de cristal y romperla para conseguir un arma punzante y clavarla en la cabeza de un enemigo humano, que también los hay o destrozar sin compasión la cara de un zombi con ella y así con una gran cantidad de objetos, las opciones son casi infinitas dependiendo de nuestra creatividad.
La fisicidad en The Walking Dead Saints & Sinners está a otro nivel, aquí nada traspasa las paredes, las puertas ni ningún objeto físico y es una de las primeras veces en la que esa importante coherencia cobra sentido. Puedes apoyarte en cualquier parte del escenario, escalar o agarrar con la mano la pared de una esquina para asomarte y es un factor clave en la interactividad con el escenario que por fin marca una nueva línea roja que a partir de ahora se debe exigir en la realidad virtual.
Desde el estudio siguen trabajando y escuchando a la comunidad y añadiendo mejoras en la jugabilidad, detalles como el poder agacharte físicamente, algo que se ha añadido en la última actualización y desde Skydance aseguran que en breve llegarán los subtítulos al castellano, algo fundamental para los hispano-hablantes debido a la importancia en la toma de decisiones y en el alto grado conversacional y argumental que contiene el juego.
Una propuesta duradera
Todavía me quedan un montón de horas por delante y una gran cantidad de sorpresas por descubrir y seguro que este título va a convertirse en uno de esos que enseñar a las visitas, estoy convencido que estamos ante uno de los mejores juegos ambientados en el universo de The Walking Dead y del universo zombi en general, un digno sucesor del género al que dio fama George A. Romero.
Si bien es cierto que no estamos ante un nuevo techo gráfico, sí que podemos asegurar que la ambientación y el acabado general ofrece un buen nivel que a buen seguro logrará satisfacer a la gran mayoría. La historia parece lo suficiente interesante para cumplir la premisa de esta franquicia; sangre y vísceras, humanos que son el auténtico depredador y decisiones que marcarán nuestro éxito o fracaso a la hora de sobrevivir, toda una declaración de intenciones de cara a los fans de los comics y de la serie y una verdadera seña de identidad.