Hoy he vuelto con mis hermanos a Zero Latency Barcelona, un año después de la última visita que hicimos. La excusa ha sido poder probar Far Cry VR, la última experiencia que se ha añadido al catálogo de juegos ofrecidos por la prestigiosa cadena de experiencias virtuales.
Con un Gamemaster de excepción, Héctor, seguidor de AKB desde hace un porrón de años, que ha conseguido emocionarme comentándome lo que el blog significa para él desde hace tiempo. Le envío un fuerte abrazo desde aquí, y le digo lo mismo desde estas líneas que lo que le he dicho en persona: por momentos así, AKB tiene sentido.
Far Cry VR está basado en Far Cry 3, y nos pone en la piel de unos turistas presos por el villano Vaas Montenegro en su intento de huída. Básicamente es la excusa para liarse a tiros en una experiencia en Realidad Virtual creada por UbiSoft que destaca por su apartado visual pero que quizá peca de simplista a nivel de experiencia.
Huyendo del psicópata
Armados con un fusil y una ballesta, ambos dotados de munición ilimitada, recorreremos escenarios que a nivel visual constituyen el techo de las experiencias en Zero Latency, repletos de enemigos que no brillarán precisamente por su Inteligencia Artificial.
Otro punto que no me ha convencido es lo poco que se arriesga a la hora de ejecutar situaciones especiales en VR, como por ejemplo situaciones de vértigo. Lo que sí que me ha gustado es la amplitud de los escenarios, que permite que el jugador los pueda recorrer para encontrar las mejores posiciones para defenderse y acabar con los enemigos.
Far Cry VR no es la mejor experiencia en realidad virtual de las que cuenta Zero Latency, pero sin duda se coloca a la vanguardia visual. Por desgracia, esa progresión técnica no se traduce en elementos jugables, a excepción de la amplitud de las zonas de acción, que hagan avanzar al género y al formato de la VR. Se puede decir que es simplemente una actualización técnica de la propuesta de Zombie Survival, un título ya retirado del catálogo de Zero Latency.
Zero Latency es un lujazo
Como siempre, ha sido un placer pasarse por Zero Latency. Espero que no pase un año hasta que vuelva, y menos ahora que, al haber rellenado con 3 partidas la tarjeta de fidelidad, la próxima partida será gratis. Teniendo en cuenta que cada partida de 30 minutos cuesta 30€, la verdad es que se agradece este formato de fidelización.
Gracias de nuevo a Héctor por convertir la noche en Zero Latency en algo para recordar.