No lo digo yo, porque en ese caso los tiempos verbales serían otros, sino Satoru Iwata, el boss de Nintendo, que tuvo la oportunidad de firmar con 3DV a finales de 2007 para conseguir un periférico que con el tiempo se convertiría en Natal pero que decidió darle la espalda. Cuentan que aunque Iwata quedó bastante impresionado con el prototipo, no lo veía como un periférico apto para Wii (no como el Wiivolante de Mario Kart, por ejemplo). Parece ser que Iwata tampoco estaba convencido del precio al que tendrían que venderlo para sacarle rendimiento y tenía ciertas dudas sobre la latencia a la hora de jugar (no como el Wiimote, por ejemplo).
El caso es que la tecnología de Natal al final terminó en manos de MS, ésta le ha quitado un chip para reducir costes y venderlo más barato, la gente que lo ha probado afirma que tiene un retardo del copón, etcétera. De la siguiente historia podemos sacar una bonita moraleja: si alguien te quita una idea que no has querido, desprestígiala por si acaso les sale bien. O dicho de otra forma, cuando dejas a tu novia y va la muy puta y se enrolla con tu jefe, que todo el mundo sepa que fue ella la que te pegó la gonorrea.
Hiro, soy tu padre