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Punch Club: Si te mola Van Damme y naciste en los 80, JUEGA

Hace ya unos meses que se ponía a la venta Punch Club, un peculiar juego para ordenadores y dispositivos móviles que, por lo menos al que os escribe, le ha resultado una agradable sorpresa, un viaje al pasado, un golpe en el recuerdo de las mejores películas de acción con las que hemos crecido. Gracias a las cuales, por cierto, algunos comenzamos a practicar artes marciales para convertirnos en el niño de Karate Kid de turno.


Y es que el título no se esconde y, desde el minuto uno nos sonará a película vieja, rancia, de esas que de verdad nos gustan y en la que las hostias están por encima de todas las cosas. Comenzaremos con el relato de la historia de nuestro padre caído y de nuestra afición, para rendirle homenaje, en forma de artes marciales y, desde la primera pantalla, veremos todas las perlas, todos los tributos que el juego brinda a estas películas o series.

Nos encontraremos, por ejemplo, con la furgoneta de El Equipo A, con un póster de Bloodsport (Contacto Sangriento en España) con un homenaje a las Tortugas Ninja que en Punch Club son unos cocodrilos ninja a los que entregaremos una pizza especial trabajando para nuestro vecino el pizzero… y así otros mil ejemplos que no queremos revelar para no romper parte de la magia del juego.

Luego, lo cierto, es que el título adolece de algunas mecánicas un tanto repetitivas, convirtiéndose en un buen juego para móviles, de esos con los que pasar un rato entretenido mientras haces cola o esperas a la parienta, pero que sufre bastante, a la larga, si le exigimos más de lo que es en PC. Y es que, básicamente, lo que deberemos hacer es entrenar nuestras tres características (fuerza, agilidad y resistencia) en el gimnasio o en nuestra propia casa a nuestro luchador, gestionando también su hambre, su felicidad y su cansancio como si de un Tamagochi se tratase, no olvidándonos de, por supuesto, pasar por alguno de nuestros trabajos para sacar la pasta necesaria para nuestro entrenamiento y el resto de nuestras necesidades humanas.

Algo más interesante se pone el tema cuando tenemos que gestionar el papel de nuestro luchador en nuestro combate. Hay que dejar claro que no haremos nada durante los asaltos, el juego combatirá de forma automática por nosotros, pero, lo que, si haremos, al inicio del duelo y entre asalto y asalto es elegir las técnicas y tácticas con las que nos enfrentaremos a nuestro contrincante.Estas técnicas y tácticas las iremos adquiriendo a medida que avance el juego gracias a la experiencia que adquiriremos de nuestros combates y a un sistema de árbol de habilidades con un montón de cruces muy similar al de los juegos de rol que hacen que cada luchador sea único y diferente y que suponen uno de los mayores atractivos del juego.

Punch Club, desde luego, no es una genialidad, pero es como Los Mercenarios, una película que no aspira al Óscar, pero que sabemos que nos va a molar por la cantidad de golpes, de caspa y de actores de renombre que vamos a encontrar en ella. El juego cuenta con homenajes a casi todas las licencias que se os puedan ocurrir del cine de acción y artes marciales y, desde luego, si habéis nacido en los 80 y os gusta Van Damme le vais a dedicar una dedicación inesperada a un juego que, pese a que a la larga se hace repetitivo en PC encuentra en los móviles su mayor virtud y que, os aseguro, que os va a sacar más de una sonrisa y os va a dar ganas de acercados a vuestro dojo más cercano.

Ya sabéis chicos, es hora de las tortas. [70]

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