Hace apenas un mes ha salido a la venta Mario Kart 8, la última iteración de la saga de carreras del fontanero bigotudo. Como ya comentaron mis compañeros en sus impresiones del juego es el mejor de la saga, divertidísimo, con un montón de novedades y unos gráficos sobresalientes que le acompañan, y lo pude verificar hace unos días.
Parece ser que en la actualidad no existe rival para Mario, pero hace unos 15 años la situación era totalmente contraria, con un rival que estaba a la altura de Mario Kart 64 e incluso para algunos era superior. Hablamos de Crash Team Racing.
Ay, Crash, quién te ha visto y quién te ve. A finales de los 90 Naughty Dog nos proporcionó miles de horas de diversión con sus 3 Crash Bandicoot dispuesta a competir contra Nintendo y sus Super Mario. El resultado fue positivo para todos nosotros, pues resultaron ser juegazos legendarios que catapultaron sendas consolas al éxito y de los mejores de sus catálogos. Pero a partir de que cedieran su IP la calidad de los juegos iría decreciendo hasta el día de hoy. Antes de que eso pasara, lanzaron un último juego, Crash Team Racing.
Crash Team Racing se inspira claramente en Mario Kart 64. De hecho, los vehículos son karts, muchos objetos hacen la misma función que los homónimos de Mario Kart y las copas siguen el formato de 4 carreras de 3 vueltas cada una, entre otras cosas. Pero CTR innovó bastante. En materia de controles es bastante más dinámico, ya que es difícil encontrar algún tramo del circuito en el que simplemente avanzar sin hacer nada más sea lo mejor. El motivo son las barras que se llenan al llevar a cabo determinadas acciones ubicadas junto al velocímetro Cuando se derrapa, la barra de derrape se va llenando y cuando se llena se pueden hacer hasta 3 miniturbos con L1 en vez de uno solo, en contraposición de la competencia.
También cobra especial protagonismo en Crash Team Racing el salto, que a diferencia de otros juegos es imprescindible si se quiere ganar en dificultad difícil. Cuando se salta, la barra se va llenando a medida que el personaje está en el aire, y en el momento de caer se obtiene un turbo proporcional al rato que se ha estado en el aire, por eso es especialmente recomendable usar el salto en cada rampa. Curiosamente, el funcionamiento de esta mecánica es similar a las acrobacias que hoy en día podemos ver en las últimas entregas de Mario Kart. Mención aparte que para evitar que nos explotara un TNT había que estar saltando durante unos segundos sin parar para lanzarlo atrás, como para olvidar esos instantes de estrés!
Saltar, derrapar, turbo, ¿qué más? Ah sí, los objetos. Casi todos están basados en los de Mario Kart. Los misiles corresponden a las conchas rojas, el reloj corresponde al rayo, las máscaras Aku Aku/Uka Uka corresponden a la estrella, etc. Pero hay un cambio significativo en su uso en Crash Team Racing. En todos los circuitos hay dos tipos de cajas: las de objetos y las de frutas Wumpa. Estas segundas sirven para obtener 5 unidades de frutas que al llegar a las 10 activarán los objetos potenciados con los que seremos más poderosos frente a nuestros adversarios. Los TNT se convierten en nitros que explotan immediatamente, los escudos ya no desaparecen con el tiempo y los relojes duran más.
Otro pilar bastante importante fue el Modo Aventura. Si bien ya existía un modo aventura en Diddy Kong Racing, el de Crash Team Racing me gustó más por su jugabilidad. El argumento es el siguiente: Nitros Oxide es un corredor de karts que dice ser el mejor de toda la galaxia. En uno de sus viajes llega a la Tierra, donde se encuentra con Crash y los demás y les dice que quiere invadir la tierra. Él busca al mejor corredor para poder competir contra él, así que los protagonistas y antagonistas deben enfrentarse entre ellos para encontrarlo. Si Oxide gana la carrera, se queda con el planeta y si pierde se va del planeta para siempre. Bien, el argumento peca de simple, tanto que sólo leyendo estas pocas líneas ya podemos deducir el final del juego sin ni siquiera jugar a él. Algo malo tenía que tener Crash Team Racing, pero pensándolo bien un juego de este tipo no necesita de argumentos complejos, al fin y al cabo tiene que ser apto para todos los públicos, incluso para niños.
Para progresar en el Modo Aventura hay que pasar por las 4 zonas del juego. En cada una de ellas hay 4 pistas en las cuales hay que quedar primero para conseguir trofeos. Cuando se obtienen los 4 trofeos de la zona nos hemos de enfrentar contra el Jefe de la >ona, el cual será un jefe de los anteriores juegos de la saga. El enfrentamiento será una carrera de 2 en la cual el jefe será más rápido que otros corredores y además podrá usar un tipo de objeto indiscriminadamente, como por ejemplo TNTs o Nitros.
Además de seguir la Historia Principal de Crash Team Racing, también hay otros retos en cada circuito. Uno de ellos es la carrera CTR, en el que hay que correr una carrera y además de quedar primero hay que conseguir las letras C, T y R que están distribuidas por el circuito. Recuerdo que siempre que hacía este modo primero buscaba las letras y cuando ya sabía donde estaban volvía a hacer la carrera en serio, aunque para encontrar algunas letras me pasaba un buen rato y de paso descubría nuevos caminos. El otro es la carrera por la reliquia. Al igual que en Crash Bandicoot 3, se puede conseguir en cada fase una reliquia que puede ser de zafiro, oro o platino dependiendo de lo rápido que la hayamos completado.
En esta ocasión será como una Carrera Contrarreloj en la que correremos solos con el añadido de que por el circuito habrán cajas que al romperlas harán parar el cronómetro durante 1, 2 o 3 segundos en función del número indicado en la caja, por lo que no se limita a sólo un simple contrarreloj, sino que le añade dificultad. Además, si se consigue completar el circuito habiendo roto todas las cajas se descontarán 10 segundos del tiempo, con lo que es un gran aliciente romperlas todas. Este Modo Aventura le da a Crash Team Racing una gran durabilidad si se le suman los clásicos Modos Arcade y Contrarreloj típicos en los juegos del género.
El abanico de personajes a elegir es extenso con los principales protagonistas y antagonistas de la saga, así que no se echa de menos a nadie. Las pistas, aunque no se basen exactamente en los diseños de los niveles de los anteriores Crash, mantienen el estilo de éstas con unos gráficos más que buenos, similares a los vistos en anteriores entregas. Melodías pegadizas como la de la Cala Crash o la de la Pirámide Papu pegan totalmente con las pistas y ayudan a engancharnos a jugar. Un detalle a tener en cuenta es que Crash Team Racing se dobló al castellano, cosa que ya le gustaría a Mario Kart 8 (bueno, cierto, sería raro escuchar a Mario con una voz que no fuera como la de Charles Martinet).
Naturalmente, también se pueden disputar partidas multijugador, incluso hasta con 4 jugadores con un adaptador para conectar 4 mandos en la PSOne llamado MultiTap. Con varios jugadores es posible disputar carreras normales y también jugar al modo batalla, similar al del Mario Kart 64. En particular, es posible elegir que objetos están disponible y cuales no, por lo que hay una gran número de combinaciones posibles.
En definitiva, Crash Team Racing es un juego al que apenas se le puede reprochar nada salvo algún circuito con referencias a anteriores títulos de la saga y otras cosillas. Pero es que lo tiene todo: gráficos sobresalientes, música sobresaliente, circuitos icónicos, todos los personajes, Tal vez sea por el factor nostalgia pero pocos defectos le puedo sacar a este juegazo.
Es una verdadera lástima que Naughty Dog vendiera los derechos de Crash Bandicoot, pues de no haber sido así ambas sagas de carreras se hubieran beneficiado enormemente la una de la otra. Si ahora nos maravillamos con Mario Kart 8, quien sabe como jugaríamos ahora a karts de haber convivido ambas sagas todos estos años.
Actualmente Crash Team Racing se puede obtener en versión digital en la PSN por 5€. Es un juego que ha envejecido muy bien, y pese a que los Mario Kart han avanzado mucho en estos años aún sigue siendo muy recomendable jugar a él. Yo desde luego lo sigo haciendo en cuanto tengo ratos libres. Si en su día no lo jugaste ¿a qué esperas para echar unas partidas a uno de los mejores juegos de karts de la historia?