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[Reflexión Star Wars: El Poder de la Fuerza] El gustazo de jugar siendo Darth Vader o El desequilibrio positivo de la jugabilidad


En la ya pasada Games Convention, gracias a la invitación de Activision, pude probar la que será la fase inicial de Star Wars: El Poder de la Fuerza. En ella el jugador controla a Darth Vader, y el objetivo de la misma es descubrir el verdadero poder que la Fuerza puede otorgar al jugador una vez progrese en los posteriores niveles con el aprendiz de Darth Vader.

Es una fase paseo, y ningún enemigo os pondrá en aprietos, hasta el punto que se antoja como una especie de sandbox en la que poner en práctica todos los poderes que la Fuerza os otorga y en el que los malos de turno son tan inofensivos como espadachines equipados con espadas de gomaespuma. Elevar a un enemigo en el aire y comprobar hasta qué punto el motor de colisiones es capaz de controlar los impactos contra rocas, árboles y demás elementos interactivos de los escenarios es toda una gozada.

La inclusión de este nivel me ha parecido un gran acierto, más allá de su valor como tutorial para los controles, porque siempre he echado de menos que los personajes poderosos que protagonicen videojuegos no se vean lastrados por algún modelo de jugabilidad empeñado en convertirles en seres sumamente vulnerables. Darth Vader en El Poder de la Fuerza es tan poderoso y temible en el combate como aparece en las cintas, incluso más. Esa descompensación de la jugabilidad-dificultad, quizá por ser la primera vez que lo veo en un videojuego -al menos que yo recuerde, me parece altamente positiva.

Por cierto, según me comentaron, la ya famosa escena del aprendiz derribando un crucero imperial utilizando únicamente el poder de la Fuerza será una escena interactiva y no una secuencia prerenderizada. Depende de cómo lo hayan montado puede ser algo muy grande.

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