Esta mañana Roswell ha tenido una revelación. Estaba desayunando un croissant de chocolate hipercalórico cuando sus ojos se han puesto en blanco y ha entrado en una especie de éxtasis; en tal estado se ha puesto a dibujar, sin soltar el croissant por si acaso se lo zampaba el compi, y ha descubierto el código de Kojima. Las puertas del cielo se abren para Snake. Por cierto, el contador se reinicia esta noche…