Roswell y Pikeras Sessions vol 3: Ace Combat, Kane & Lynch, NFS Pro Street…

Probar juegos tiene su técnica… Hay que hacerlo

de menos a más, para que al final de la sesión de vicio y antes de apagar la consola nos invada esa sensación de bienestar que nos haga acariciar la consola cual mascota, como si nos hubiese traído las zapatillas de estar por casa… y que su mente susurre desde el fondo…Qué consola más buena que tengo.

La técnica es la siguiente: Elegimos por orden de menor a mayor importancia la expectativa que tenemos puesta en el juego, y así lograremos que la intensidad emocional sea ascendiente, y no descendiente. Es una técnica ancestral que descubrí en los remotos tiempos de los 8 bits; la cual lleva años de aprendizaje, pero que una vez dominada, os hará llegar al zen videojueguil que tanto ansiáis.

Esto me ha estado funcionando hasta el momento en el que:

1. Beowulf no es lo que me esperaba.
2. Kane and Lynch no es lo que esperaba.
3. NFS Pro Street no es lo que me esperaba.
4. Ace Combat 6 no es lo que me esperaba.

Pero bueno, vamos por partes para averiguar por qué mi técnica ancestral me ha fallado esta vez.

Beowulf fue el primer juego que probamos siguiendo las directrices zen; augurando la mediocridad a la que nos tienen acostumbrados las adaptaciones provenientes del cine, y la verdad, esperando lo peor de lo peor, el juego cumple más de lo esperado su cometido: nos ofrece un “megamix” inicial de pruebas las mar de bien resueltas, combinando momentos épicos a lo God Of War –salvando las diferencias-, con situaciones “Quick Time Event”, o una inicial carrera que me ha traído a la mente al clásico Combat School.

Gráficamente tiene momentos muy destacables, como la prueba del barco, o el ataque de las serpientes marinas, contrastando con otros bastante mediocres, pero que globalmente sorprende tratándose de un título de esta índole.

Conclusión: La primera impresión deja buen sabor de boca y supera las expectativas.

En el lado opuesto, nos encontramos con Kane and Lynch, un título del que esperaba mucho, pero que gracias a un cúmulo de notables despropósitos se ha convertido en un fiasco monumental, empezando por un control pésimo, un sistema de fijado de disparo muy impreciso y una posición de cámaras que interfieren en la jugabilidad. Todo ello bordado con un nivel gráfico que no está a la altura de lo que se espera en

una next-gen: texturas excesivamente planas, ausencia de efectos de luz destacables, y un motor gráfico poco fluido a

pesar de contar con una reducida carga poligonal.

Con NFS Pro Street, las cosas tampoco mejoran excesivamente. A pesar de abandonar la ya quemada saga underground, arrastra tras de sí las carencias de su motor gráfico, echando en falta un poco más de fluidez y detalle gráfico. A cambio, y sin que sirva de consuelo, tengo que destacar algunas novedades muy resultonas como el movimiento que la cámara efectúa al cambiar las marchas, la sensación de velocidad en algunos momentos, que puede recordar al Burnout, y la cantidad de pruebas disponibles. Como curiosidad tengo que deciros, que es el primer juego de carreras que me he visto obligado a jugar con la cámara exterior, ya que la cámara interna restaba realismo al juego: Algo increíble. Por lo demás, es un título que parece estar eternamente condenado a arrastrar de forma inexplicable un motor gráfico de otra generación -con unas carencias incomprensibles-, sobre todo después de la evolución que han sufrido otros juegos de EA.

Conclusión: el eterno juego del que espero ver algún día un motor gráfico que haga justicia a tantas posibilidades.

Y para terminar, Ace Combat 6, mi saga más hypeada, y que al mismo tiempo más decepción me produjo en Playstation 2, por fin hace

justicia a su pedigrí, y regresa por la puerta grande, más bien por el mismísimo portón de Camelot.

Esta nueva entrega recupera toda la intensidad, historia y trepidante acción que los fans más acérrimos estaban esperando. El nivel gráfico es excepcional, mejorando abismalmente no sólo a sus hermanos pequeños, sino a todo lo visto anteriormente en una consola en este tipo de juegos. Sin embargo, lo mejor, sin lugar a dudas, es el codiciado modo on-line que expande las posibilidades del juego de forma radical.

Conclusión:El juego imprescindible para todos los amantes de los arcades de gran altura, con la longevidad que necesitaba, gracias al modo on-line. Deja el listón muy alto.

Y hasta aquí nuestra lección zen no. 1: las cosas nunca son lo que parecen.