Seabass, eres el Rey. No sólo toda la Industria te venera, sino que lo hacen de forma abnegada. Sin casi cuestionarte. Antes de venderles la moto a Microsoft y lanzar un PES 6 pixel perfect con respecto a la versión de PS2, tan sólo mi colega Juantxi se atreve a poner en tela de juicio tus designios, a criticar algunos matices de tus juegos. Pero hasta él en el fondo sabe que lo que has creado supera a todo lo que se ha visto en cualquier momento de la Historia de los Videojuegos.
Seabass, viejo zorro, has dejado ver tus cartas. Y están marcadas por Sony. Dinero negro para que cuides de su negra PS3. Ahora que tantas han abandonado al gigante de PlayStation, ellos te reclaman para que, junto a Kojima y su MGS4, te conviertas, cual lanza de Leónidas, en el arma que derrote el numerosísimo ejército de Jerjes y sus unidades de Élite.
2 años trabajando en el PES 7 de PS3. No imagino una bofetada mayor ni más dolorosa para Microsoft y la confianza que puso en vosotros para ganar la batalla contra PlayStation 3. Porque el PES 6 fue un Caballo de Troya, y el PES 7 será la espada de Akiles que rendirá las voluntades de tantos millones de jugadores que sólo adoran a un Dios Creador. A ese Dios que es dueño y señor de sus horas de juego. A ese Dios creador de Miranda, Huygens y Castoro. A ese Dios capaz de rebautizar a Ronaldo, Romario, Rivaldo y hacer que nos gusten más sus nuevos nombres. Seabass, oh Seabass, sólo a ti te adoramos.
En Octubre será cuando este pobre jugador, este indefenso títere de las fuerzas del destino PESero, obedezca a la señal que ha estado esperando tanto tiempo para desembarcar en la Next-Gen. El falso faro que una vez fue PES 6 para Xbox 360 ya se ha apagado, y a lo lejos, por fin, la esperada luz del primer Pro Evolution Soccer de Nueva Generación por fin aparece. Alabado sea.