Poco más de mes y medio hace que apareció Destiny 2 en su versión para consolas. Mes y medio para constatar una gran decepción en cuanto a un juego que, a día de hoy, está casi vacío. Buen momento para escribir unas líneas sobre las pocas luces y muchas sombras sobre el que creo que ha sido una de las decepciones de la temporada.
(parafraseando la eterna lucha de luz y oscuridad de Destiny). No voy a profundizar en lo técnico (versión de PS4 Pro) que ya de por sí me parece muy justito, más después de jugar a Uncharted 4 y Horizon Zero Dawn en la misma consola. Tampoco voy a detenerme en su exquisito “gunplay” o su excelente banda sonora. Porque no es el apartado técnico, o el “gunplay”, o la banda sonora lo más criticable del juego. No. La BSO y el “gunplay” son las luces. Las sombras son el CONCEPTO general del juego, lo que Bungie/Activision nos han vendido, lo que muchos hemos comprado y que nos ha dejado con la sensación de “me la han metido bien metida…” Cuando lo peor de un juego es el concepto jugable, la jugabilidad del mismo, es que algo falla o algo se ha hecho muy mal. No amigos, los apartados técnicos me interesan poco. Soy un jugador y como tal quiero hablar del juego desde las sensaciones que transmite, de dónde venimos, qué nos prometieron y dónde estamos realmente.
Destiny 2 constata a mi entender todos los miedos e inquietudes que muchos teníamos. Mapas más grandes no significa más juego. Mapas más grandes por muy bonitos que sean si están vacíos son una auténtica pérdida de tiempo. En esos mapas no encontraremos coleccionables, ni fragmentos, ni nada por lo que merezca la pena perder cierto tiempo en buscar o coleccionar. Más eventos no significa más juego si esos eventos son siempre los mismos. Y lo son. Incluir patrullas anodinas copiadas del primer Destiny son una auténtica rémora. Aburren. Hacer misiones que no consisten en más que “dispara, avanza, vuelve a disparar, fin” no llenan a nadie. Crear una nueva zona social que sólo se visita durante la campaña y que luego queda completamente muerta dice también mucho de los devaneos sin sentido de Bungie. Nos guste o no, eso es Destiny 2, eso es el concepto de “sandbox” que Bungie/Activision nos han vendido. Cuando a los pocos días de jugar sientes que te aburres y que incluso no te dan ganas de entrar al juego, es que algo no funciona. Por no hablar de ciertos conceptos a nivel de diseño que son realmente cuestionables, incluso rozando lo ridículo. (¿Una sociedad con tecnología tan avanzada hace que un Hechicero se ate los calzones con una cuerda de esparto…?).
Otro tema muy discutible (para mí otro error) es el tema del Grimorio, el “lore” del juego. Se nos dijo que iba a estar incluido en el propio juego, que no sería necesario ir a la aplicación para verlo o leer la densa y compleja historia detrás del juego. Cierto, lo han incluido en el juego. Pero es mínimo, absolutamente insuficiente, relegado a la historia de una docena de armas y otras tantas armaduras. Nada de trasfondo sobre personajes, enemigos, nuevos lugares que visitamos… Nada.
Un par de aspectos positivos serían los Asaltos (máxime en su versión difícil, Ocaso) y una Incursión que, sin ser la mejor de todas, no deja de ser una buena manera de jugar en equipo con amigos y encarar varios retos que, sin ser de dificultad extrema, sí que suponen un desafío a la coordinación y el trabajo en equipo.
Se nos vendió también Destiny 2 con una campaña larga, profunda, de esas que nos iban a dejar huella. Nada más alejado de la realidad. Campaña corta, muy continuista, completamente previsible y sin ningún giro destacable ni momento de aquellos que marcan. La mejor baza que parecían tener (el villano cabal Dominus Ghaul) se acaba quedando en un simple estereotipo de “malo maloso” (que diría una buena amiga mía jugadora de Destiny), completamente plano y sin ningún viso de continuidad. Todos los hilos argumentales que se quedaron abiertos en Destiny ni se mencionan, no aparecen ni por casualidad.
¿Y en el PvP? Peor aún, a mi entender. Modos de juego de 4 vs 4, sin posibilidad de elegir tú a qué modo quieres jugar, sin posibilidad de crear partidas personalizadas, quitando modos de juego (rescate, eliminación, grieta… ya no existen), barriendo de un plumazo conceptos como las “ventajas de nivel” en el Estandarte de Hierro o Las Pruebas de los Nueve (el nuevo “Osiris”). La mayor novedad es la inclusión de un nuevo modo de juego de carácter competitivo: dos equipos atacan/defienden 2 puntos donde hay que colocar/desactivar una bomba. ¿Hola, Counter Strike…?
Cuando el jugador llega a este punto piensa que todo lo bueno que Bungie añadió y corrigió en el primer Destiny ha desaparecido. No hay alicientes para continuar jugando a Destiny 2 una vez acabado el juego e iniciado el “endgame”. Pocos extras desafiantes, apenas unas misiones para sacar unas armas excepcionales y poco más.
Esa es, en mi opinión, la clave de esta decepción. Por más que Bungie diga que ha escuchado a la comunidad, que ha tenido en cuenta lo que se le ha pedido, ha cometido el mismo ¿error? que en el primer Destiny: sacar un juego vacío de contenido, con un “endgame” muy corto y repetitivo y que da pocas ganas de rejugar. Oigo voces y leo críticas que dicen que Bungie ha “casualizado” el juego, que es más fácil, más accesible que el primero para que pueda llegar a más público. No niego que esto pueda ser así. Ocasos e Incursión aparte, la verdad es que el nivel de dificultad del juego es, por decirlo suavemente, de risa. Pero eso no es excusa para sacar un juego falto completamente de contenido que está echando para atrás hasta a los más acérrimos seguidores de la saga.
Esto da paso a otra reflexión (por eso escribí “¿error?” entre interrogantes en el párrafo anterior): me da la sensación, y es por lo que empiezo a sentirme más decepcionado y, por qué no decirlo, también estafado, que nos han vuelto a vender un juego por fascículos, a completar a base de dlc’s que aportarán todo el contenido que esta versión inicial no trae. Es decir, cuando salga “El Rey de los Poseídos 2: La Venganza de Oryx”, permitidme la ironía al usar ese título, tendremos el juego completo que Destiny 2 tendría que haber sido desde el principio. Aquí se inicia el eterno debate: ¿culpa nuestra por comprar juegos incompletos que sabemos que lo van a ser? ¿Los estudios nos toman el pelo y nos dejamos que nos lo tomen? ¿Podredumbre general de la industria? No tengo respuesta para esto. La cruda realidad es que Destiny 2 a fecha de hoy da la sensación que pierde jugadores día a día y que para muchos ha sido una total decepción en cuanto a lo que nos ha aportado.En conclusión: Destiny 2 es el ejemplo fehaciente de un estudio y un editor que no han podido o no han querido aprender de los errores del pasado, sino que, por el contrario, los han repetido de nuevo vendiéndonos un producto inacabado, absolutamente insuficiente en cuanto a contenido y con la oscura (o clara…) idea de que para completar este juego habrá que pasar por caja unas cuantas veces. Si no eres un fan inquebrantable de la saga, no te recomiendo que lo juegues ahora. Espera a la edición completa dentro de un año y posiblemente tendrás un buen juego al que jugar.