No soy muy entusiasta de los juegos móviles, ya sean en IOS como en Android, debido a que no tienen suficiente potencia para mover juegos que realmente valgan la pena. Como todo, hay excepciones y seguro que me pondréis claros ejemplos de lo contrario, pero hemos de admitir que un 25% de juegos no salva al 75% restante. Yo no sé vosotros, pero a mí, eso de meter el dedo en la pantalla, tapándote la mitad de esta es un engorro más que un disfrute, sin contar con la falta de botones básicos.
Por ello cuando me pues con Shiny de Firefly tuve emociones encontradas: un juego bonico, con colorines y de mecánicas fáciles, de dificultad progresiva y original pero que peca del error que yo he bautizado como «error de dedacos», algo que para mí es una gran lacra en este tipo de juegos.
Lo primero de todo indicar que para celebrar su éxito de salida, han decidido reducir temporalmente el precio a 0,89€ en todas las plataformas, algo que se agradece.
La historia de Shiny es sencilla, somos una libélula que debemos rescatar a nuestras crías, desperdigadas por las fases, y llevarlas con nosotros al final de fase. El camino no será sencillo, ya que nos encontraremos con obstáculos, puzles a resolver, enemigos que derrotar y otras dificultades que harán que tengáis que pensar más allá de empujar y resolver.
Nuestra pequeña protagonista no solo podrá volar, sino que apagando y encendiendo su luz hará que sus crías la sigan allá donde vaya, no siempre es bueno que nos sigan, ya que cada vez que un enemigo toque una cría la perderemos instantáneamente sin opción a recuperarla. Deberemos sopesar si vale la pena o no que nos sigan durante algún tramo complicado. Aparte, podremos empujar y romper muros haciendo un doble tap en la zona deseada, esto hará que Shiny coja carrerilla y acelere el vuelo, pero una vez realizado nos cansaremos y estaremos unos segundos parados recuperándonos del esfuerzo.
Otra de las acciones que tenemos es la posibilidad de coger frutos de las flores y arrojarlos contra enemigos para liberar el camino o seguir avanzando. La gracia es que, estos proyectiles, podremos acumularlos, hasta un máximo de 10, para usarlos cuando los necesitemos ya sea en ese momento o más adelante.
Tendremos diferentes enemigos, todos ellos enemigos naturales de la libélulas: arañas, mosquitos, ranas etc. cada uno de ellos tienen sus rutinas y habilidades que debéis aprender si no queréis perder crías o vidas.
Gráficamente es muy colorido, lleno de detalles y recreando la madre naturaleza con gran repertorio de planta y bichos, la música y efectos sonoros son constantes sin llegar a agobiar. La dificultad va creciendo a medida que pasemos los niveles, con lo que iremos progresando y descubriendo nuevas mecánicas y acciones.
Como punto negativo tendríamos el hecho de tener que ir pulsando la pantalla con el dedo, haciendo que nuestra mano nos tape parte de la pantalla que dejamos atrás. Esto os parecerá normal en este tipo de juegos pero es algo que, a mí, me lacra mucho. Quiero ver la pantalla entera ¿y si viene un enemigo por detrás? pues me lo como porque yo mismo me tapo la visibilidad. Otro punto es que necesitareis de un Iphone 4 o superior para jugar bien, ya que de lo contrario notareis ralentizaciones o falta de sensibilidad en los doble tap. Tuve la suerte de probarlo en varios Iphone y se nota la diferencia de potencia respecto al juego.
Es un juego que no aporta novedades al ya muy concurrido género, ya que son mecánicas ya vistas en otro tipo de juegos. Pero si destaca por lo visual, sin llegar a ser recargado, de sus niveles. Los puzles le dan un toque que lo hace un poco diferente, haciendo que tengas que pensar y no ser un juego tocapantallas constante.
La mecánica de disparar frutos junto con el resto de habilidades y puzles, la verdad, es para mí lo que lo hace diferente del resto de juego y que valga la pena probarlo. Y más ahora que esta rebajado.