Skyrim es COLOSAL en PlayStation VR

Deben quedar muy pocas personas que no hayan jugado alguna vez a Skyrim. Oportunidades ha habido de sobra ya que el clásico de Bethesda ha tenido una versión para casi todas las plataformas habidas y por haber.

Pero puedo asegurar con rotundidad que jamás lo has vivido de esta manera, y si tuviera que definir a Skyrim VR en una palabra, elegiría sin lugar a dudas la de colosal. No por su música o su ambientación, ni siquiera por el tamaño de su mapa ni por el pozo de horas en las que podemos sumergirnos en sus bellos parajes, algo que ya se presupone y sin duda sigue brillando igual que siempre.

Cuando me refiero a colosal, lo hago con la vista puesta en la escala que supone todo cuanto ves frente a tus ojos y repito, nunca antes has visto Skyrim a través del Sangre de Dragón, ahora tú eres realmente Dovahkiin. Me gustaría hablar de todo y no sabría por dónde empezar, por ahora voy a intentar hablar de las sensaciones que tenemos al jugar a TES: Skyrim en realidad virtual y dejemos todos lo relacionado con el control, apartado técnico y demás detalles para el análisis que prometo no se demorará en exceso.

Skyrim VR te pide un par de horas de adaptación, de aceptación y de aprendizaje. La adaptación a la nueva perspectiva y a la hora de decidir cuál de los tres modos de control es el que mejor encaja con nosotros, la aceptación a nivel gráfico y el aprendizaje a la hora dominar el control elegido. Una barrera que una vez superada hará que disfrutemos como nunca antes de un juego maravilloso.

La primera sensación a nivel gráfico es negativa, ya sabemos que los juegos de VR no gozan de la mejor resolución y el primer escenario del juego tampoco destaca por cuestiones narrativas. Es a partir del momento en que llegamos a las primeras aldeas y espacios abiertos cuando empezamos a sentir el envoltorio de Tamriel y el frío de sus tierras en nuestras carnes, el primer atardecer y amanecer, la luna enorme que nos hipnotiza al mirarla, la brisa golpeando en las piedras escarpadas, la niebla, las luciérnagas rodeándonos…Llegados a ese punto, podemos llegar a olvidarnos que estamos en nuestro salón y creer que estamos en otro mundo, un mundo tan real que asusta.

Empecé definiendo a Skyrim VR como colosal y no es algo baladí, ver la verdadera escala de todos los escenarios, enemigos, interiores de mazmorras, la altura de los techos desde dentro de los templos… Jamás olvidaré el primer enfrentamiento con un dragón, hasta el enemigo más vulgar como un lobo, puede llegar a darte un susto de muerte cuando se acerca sigilosamente por tu espalda. Todo adquiere una dimensión nunca antes vista y desde esta nueva perspectiva vas a entender realmente la escala del fantástico mundo de Skyrim.

La posibilidad de pasar más de un par de horas seguidas enfrascado dentro de un casco de realidad virtual parecía inviable, pero eso con Skyrim VR ha cambiado y he llegado a estar 4 horas sumergido en este videojuego y solo he parado por motivos que poco tienen que ver con el cansancio o los mareos. Sin duda una gran noticia y un nuevo horizonte para los amantes de esta tecnología. Bethesda da un golpe sobre la mesa demostrando que la realidad virtual puede servir para mucho más que para experiencias cortas. Y es que si cabe Skyrim, cabe todo.

  1. No sé cómo es en VR, pero comentar, ya que vuelve a estar de moda, que Skyrim en Switch también es increíble. Que sensación tan «extraña» para bien de jugarlo en una máquina tan pequeñita.

  2. Que ganaas de incarle el diente, juegazo. Gran trabajo de Sony con la vr, ojalá poco a poco se extienda y el día de mañana todos los juegos sean compatibles con este modo. Gran análisis, un saludo!

  3. ¿Y qué tal los mareos? Llevo un año y mi cerebro parece que solo admite los juegos de coches (será por lo de ir sentado). Los juegos con movimiento me cuestan más.

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