En la reciente GamesCom tuve la oportunidad de hablar distendidamente rajar a saco con otros bloggers, relaciones públicas, gente de márketing, etc. Los temas fueron varios, aunque hubo uno que, una vez que entró en escena, fue recurrente: la importancia de los blogs en la Industria del Videojuego.
Está claro que ha habido un cambio de mentalidad de las compañías para con los blogs. No hay que remontarse muy atrás en el tiempo ¿O sí? para rememorar los días en los que las compañías empezaron a contestarnos los mails y a enviarnos muestras. Costaron muchos mails y experimentos como Blogojuegos para que las compañías, con EA a la cabeza, se fijaran realmente en los bloggers. Pero, ¿Porqué lo hicieron realmente? Es más ¿Porqué siguen colaborando con gente tan volátil como los bloggers? Tras el salto, mi teoría.
Salvo excepciones, cada blog es capaz de influenciar – o al menos de llegar – a una cantidad de gente mucho menor que las grandes ballenas del medio. La opinión de un blogger o al menos la forma en la que tiene de trasladarla al gran público suele ser incendiaria, para llamar el máximo de atención posible. Además, siempre salvo excepciones, el contacto de los PR con los blogs siempre es más complicado – por decirlo de alguna forma – que con un medio más serio.
Pero donde, opino, realmente radica el poder de los blogs, lo que incita incluso a las más importantes compañías a crear sus propias bitácoras, es en la comunidad que hay detrás de cada blog. El lector de un blog no tiene el mismo perfil que el de un medio gigante. Es mucho más participativo, se implica más dejando comentarios constructivos, deja claros cuales son sus gustos y demuestra tener poder para influenciar a su entorno. El número de comentarios de cada post de Vida Extra, por ejemplo, es un buen indicativo de la popularidad del juego en el que está basado ese post. Además, conseguir que un blog escriba sobre un juego suele ser tan sencillo como enviarle una Nota de Prensa o un Juego. En el caso de los grandes medios, la influencia debe ser ejercida con otras técnicas mucho más costosas. En ese sentido se podría decir que, asumiendo la imparcialidad tanto del medio grande como del blog, un blog es mucho más barato de influenciar, entendiendo el influenciar como el encauzar un tema sobre el que opinar, no como una modificación de opinión. Más barato y más fácil, porque los bloggers, al fin y al cabo, no somos más que fanboys con careta de Truman Capote. Es más, según mi punto de vista, aquellos blogs que intentan «evolucionar» y realizar actividades típicamente reservadas a medios profesionales, como asistir a eventos con medios propios, etc. dejan de ser realmente blogs y se convierten en algo híbrido que – opino – las compañías todavía no saben muy bien cómo tratar.
Esa sería mi opinión al respecto. Me gustaría pasar esta reflexión a todos aquellos bloggers que tengan algo que decir, a poder ser diferente, especialmente a Reikax, Dan-e, Gil Faure y Wildkyo, que me consta que es un tema al que le han dado un par de pensadas.