Mira que lo he intentado. Soy un aficionado al snowboarding, me encanta, y disfruté como un enano con 1080 para Nintendo 64 – qué dolor mirarlo ahora. Recuerdo haber jugado a algunos juegos de la serie SSX y haber disfrutado con ellos, aunque no tanto como con el clásico de Nintendo. Pero en esta ocasión SSX no me ha gustado nada.
He sido incapaz de controlar a mi surfer, de descender disfrutando de las pistas, de tener el control. Me consta de que a los amigos de Anait el juego les ha encantado y por eso le he dado repetidas oportunidades. Pero ya no puedo más. No escribo un análisis porque me siento sin la suficiente motivación como para explorar los diferentes modos de juego y dar una vuelta lo suficientemente extensa como para poder desmenuzar los entresijos del juego de EA.
Lo que sí que puedo hacer es decir que este SSX me ha parecido un caos a la hora de controlar al surfer en los descensos, que conseguir enganchar una rampa ha sido una odisea y que dirigir a mi personaje al lugar que yo quiero llevarle me ha resultado una tarea imposible.
Si te llama mínimamente el juego, te aconsejo que lo pruebes por ti mismo. La más que decente media de Metacritic me hace ver que mis sensaciones quizá sean más personales de lo que el palo que me da volverme a poner al mando de mi PlayStation 3 a jugar al juego, pero eso no impide que, a nivel personal, considere este SSX como la decepción deportiva en lo que llevamos de año.