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Steep

Para muchos el final de la conferencia del E3 2016 de Ubisoft fue una bajona. Otros años ese espacio lo habían ocupado juegos que destinados a generar muchas expectativas, Watch Dogs, The Division, Rainbow Six, pero este año ha sido el turno de algo que parecía mucho más modesto, Steep. Bien, pues ya lo hemos podido probar y resulta que el underdog le ha pasado la mano por la cara a todos sus hermanos mayores.

Steep es muy prometedor

La beta comienza de forma muy rápida, directamente nos colocan en la cima de una montaña preciosa con nuestra tabla de snow y ya esta, a disfrutar. Empezamos deslizándonos sobre la tabla o los esquíes, luego desbloqueamos wingsuit y después el paracaídas acrobático, con estas cuatro herramientas ya tenemos todo nuestro arsenal disponible. El conjunto jugable es tremendamente solido, suena tremendamente topico, pero las pruebas se pueden encarar de tantas formas distintas que podemos decir que no hay dos carreras iguales.

Si estas a los mandos de Steep a estas alturas ya te habrás dado cuenta de que es una extraña mezcla entre arcade y simulador. Las pruebas tienen una vertiente arcade muy clara, superar los retos de otras personas, el reinicio rápido (que me parece un gran acierto) o los multiplicadores. Pero la base jugable no nos permite hacer grandísimas locuras, todo está restringido por el medidor de fuerza G, si damos un salto gigantesco y nos liamos a hacer backflips lo más probable es que perdamos el control y terminemos dejándonos los dientes en alguna roca y si caemos sobre alguna por pequeña que sea va a penalizarnos. Si encaramos mal alguna rampa el medidor de Fuerza-G se va a llenar y vamos a perder el equilibrio.

El retorno de un género pródigo

En cualquier caso y sin importar cuál sea el resultado final el retorno de los juegos de deportes extremos son una buena noticia. Este género que tuvo su época dorada en la sexta generación de consolas allá por los 2000, cuando todo eran anuncios televisivos y series infantiles plagadas de raperos, pantalones anchos, tablas de skate, snowboard y gorras, tiempos mejores… Steep parece sacado de un baúl antiguo y pasado por el filtro de los paradigmas del videojuego moderno. Tiene todo lo que podáis esperar, mundo abierto, multijugador, modo cine, pero todo llevado extrañamente bien y con bastante coherencia.

El mundo abierto le sienta bien a este juego y se nos invita explorar la montaña, pero no es fácil, todas las herramientas que tenemos sirven para explorar pero únicamente si tenemos una pendiente hacia abajo. Tenemos dos opciones para explorar, cruzarnos por casualidad por nuevas zonas cuando estemos en mitad de una prueba o darnos una vuelta y utilizar nuestros primaticos, si estamos lo suficientemente cerca del punto oculto podemos desbloquear ese evento solo con observarlo. El problema es que es tan difícil llegar por nuestro pie a cualquier zona que exceptuando algunos momentos en que decidamos hacerlo por “orgullo” vamos a utilizar el viaje rápido casi siempre, pero tiene cierto sentido, al final estamos en una montaña gigantesca y mortal, no en nuestro patio de recreo, así que quiero pensar que ha sido una decisión deliberada.

Multijugador mudo

En cuanto al multijugador se refiere tiene algo especial, o mejor dicho hay algo que no tiene y que es terriblemente representativo, Steep no tiene bailes. A lo largo del mundo nos encontramos con muchos jugadores con los que picarnos, pero no tenemos forma de comunicarnos con ellos, solo podemos unirnos a ellos para disputar eventos y competir. En mi partida me he encontrado con un jugador, miguelpg, un desconocido que me ha puesto las cosas bastante difíciles y con el que he compartido una parte de este viaje, ha sido en cierta forma muy bonito y me aventuraría a decir que incluso parecido a la experiencia que ofrece el multijugador de Journey.

Que Steep no se llene de los asquerosos GG, EZ, UNINSTALL, tan habituales en los multijugadores me parece la mejor decisión que ha tomado Ubisoft con este juego. Aunque estoy seguro de que los jugadores se las ingeniaran para inventarse un código de dibujos en la nieve para faltar el respeto al resto, así de maravillosos somos.

Marca de la casa UbiSoft

Una de las pocas pegas que le he podido encontrar a este juego, pero no por ello menos importante, es que se nota que es un juego de Ubisoft. La cantidad absurda de iconos, marcadores, checkpoints y guías que podemos llegar a tener en pantalla es absurda. Por ejemplo, en mitad de una prueba contamos con: los 3 iconos de otros jugadores o de las 3 medallas, la guía que hay que seguir, porque es bastante sencillo perderse en la montaña, los checkpoints, representados con gigantescas cúpulas naranjas, la meta, una suerte de ojo de Sauron que nos observa des del final del trazado, los tiempos, el indicador de Fuerza-G, los puntos que vamos consiguiendo, los objetivos, el logo de la marca que patrocina el evento y el resto de pruebas que podemos realizar y que tenemos alrededor, demasiadas cosas en pantalla.

Me gusta fantasear con la idea de que este juego tuviera un estilo más similar a Mirror’s Edge y se creyera menos videojuego. Todo su discurso parece ir en la misma dirección, la fluidez, la montaña, el realismo, sentir la adrenalina, pero todos esos indicadores en pantalla no dejan de gritarte a la oreja lo contrario. Los menús de Steep son densos, entender todos los iconos va a llevarnos mucho tiempo, pero creo que vale la pena.

Steep hay que tenerlo en cuenta

Steep no es un juego que podamos dejar pasar sin más, aunque probablemente este juego haya sido financiado en su totalidad por las marcas de deportes extremos que lo plagan, es justo reconocer el gesto de Ubisoft al sacar un juego como este, que pertenece a un género que ya creía olvidado, no puedo hacer más que recomendar que juguéis la beta abierta que tendrá lugar del 18 al 21 y comprobéis vosotros mismos las virtudes de este juego.

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