Square Enix y el Team Ninja revisitan el mundo del primer Final Fantasy por el 35º aniversario de su salida con este Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin, un spin-off que reimagina dicha entrega.
Y bien…¿Ha salido bien este experimento?
Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin ha dejado de lado los clásicos combates por turnos de la franquicia para adaptarse a una jugabilidad que gira en torno al action RPG y los hack & slash típicos del estudio Koei Tecmo. Todo esto sin dejar de lado las señas de identidad de la mítica saga de rol, por supuesto. Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin se trata de una especie de reimaginación de la primera entrega de la saga, lo cual termina por ser un arma de doble filo. Todo esto viene porque su planteamiento no va mucho más allá de lo que vimos en la entrega original, salvo algún plot twist que a alguno pillará desprevenido quizá. Y lo que tenían fácil de mejorar, que era crear a unos personajes con cierta personalidad (no hay que olvidar que en el original los protagonistas no tenían ni nombre), se queda en agua de borrajas. Además nos encontraremos con extrañas interacciones entre el equipo que parecen sacados de películas de acción del Hollywood de los 90 y muchos momentos en la historia pasan sin mucha explicación cuando sí es necesario que se nos haga saber mejor qué está pasando.
Sobretodo lo referente al aspecto narrativo me parece una oportunidad perdida, ya que a estas alturas creo que era obligatorio ir más allá de la típica historia de heroes elegidos para salvar al mundo. Eso sí, al principio prometía que la historia, así como el protagonista, iban a dar mucho juego por varios momentos algo extraños que se enseñaron en los trailers de anticipo que Square Enix ha ido mostrando durante estos meses. Pero es que al final tampoco me he encontrado con nada inédito especialmente reseñable ni para ser carne de “meme”.
El apartado jugable sostiene a este juego
Vale, narrativamente deja algo que desear, pero ¿Qué tal jugablemente? Pues lo cierto es que resulta muy ameno y muy divertido de jugar y que además goza de varias dificultades a elegir que se adaptan a todo tipo de usuario. Todo lo referente al manejo de nuestro personaje es muy satisfactorio y ágil. Además algo que me gusta mucho es que deja de lado barras de resistencia que en otros juegos afectan a la posibilidad de atacar o esquivar más seguido, lo cual incita a que estemos siempre a la ofensiva. Eso sí, para ejecutar especiales o lanzar ataques mágicos sí que dependemos de una barra dividida en porciones (que se recarga “ejecutando” a los enemigos y mediante parrys), que tendremos que vigilar muy a menudo para evitar problemas.
Además hay un movimiento básico que da mucho juego llamado “Corazánima”, que permite copiar el ataque que nos ha lanzado el enemigo para utilizarlo en su contra temporalmente. En definitiva, hay más cosas que podría comentar sobre el combate, como la necesidad de saber la debilidad elemental de los enemigos (seña clásica de la saga), pero con lo que menciono ya os da una idea de que este apartado no cojea para nada.
Una estructura de niveles tradicional…
Centrandonos ya en la aventura, la estructura jugable de Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin básicamente consta de ir recorriendo lugares, a modo de fases, ambientados en varios lugares diferentes hasta llegar a nuestro destino que, a su vez, desbloqueará otra misión que continue la trama. Así tenemos mazmorras, castillos (un nivel que parecía sacado del primer Dark Souls, por cierto), bosques encantados entre otros, donde básicamente iremos derrotando a los enemigos que nos encontramos, cogiendo objetos necesarios para progresar y la inclusión de un ligero componente backtracking que sirve para abrir alguna que otra parte del mapa que está desbloqueada en un principio.
Finalmente terminaremos luchando contra el jefe final que nos aguarda en cada uno de los niveles y que deberemos derrotar analizando sus patrones de ataque y aprovechando sus debilidades elementales. Por cierto, a pesar de que las fases son muy lineales en su mayoría, en ocasiones he necesitado la existencia de un mapa para situarme porque cada uno de estos niveles es algo repetitivo en el diseño del área y en más de una ocasión he vuelto a un punto en el que ya había estado sin que mi intención fuera la terminar allí.
…que se torna muy repetitiva
Lo malo de esta estructura de misiones (que ya digo, no me ha desagradado), es que a mucha gente se le hará algo repetitivo al no haber mucha diferencia entre las mismas. Pero personalmente no creo que se haga tan evidente. Quizá pienso de esta manera porque la aventura principal se puede completar en poco más de 20 horas, por lo que esta rutina no le da tiempo a llegar a ser pesada. Por cierto, una duración que igual no termina de convencer a los fans de la saga ni a la gente que esté habituada a los Action RPG, aunque tiene cierto componente rejugable ya que goza de un modo multijugador cooperativo con mucho potencial y de un modo extra de dificultad que añade algunas novedades.
La personalización de personaje se torna algo desaprovechada
Lo que sí que es muy patente a las pocas horas de estar jugando a Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin, es la sensación de estar ante una obra muy completa en cuanto a la modificación de personaje y su desarrollo gracias a su sistema de jobs. Pero al conseguir nuevo loot inservible cada dos por tres, lo que en un principio parecía que teníamos que invertir cierto tiempo para escoger qué equiparse, finalmente lo que va a hacer todo jugador es apretar el botón de autoequipamiento. Lo cual deja claro que está todo más automatizado de lo que parecía en un primer momento.
Con las habilidades de los trabajos disponibles de los personajes pasa algo parecido. Básicamente la adquisición de nuevas habilidades se hace mediante árboles de trabajos donde gastamos puntos que conseguimos, hasta ahí nada reseñable. Lo malo es que, más allá de probar si te manejas mejor o peor en según qué estilos de combate, no he notado que optar por un trabajo u otro sea muy crucial ante un enemigo o mazmorra salvo algún caso puntual. No sé si ha sido suerte o qué, pero la sensación de que es posible pasarse el juego con tan solo un par de jobs potenciados estaba presente en mi caso.
Pero, aún con sus problemas, no es mal juego para nada
En fin, este proyecto del Team Ninja y Square Enix no deja de ser un juego correcto. Aunque es una pena ver que hay una base muy interesante y con mucho potencial, pero que se nota muy desaprovechada. Pero lo dicho, aún con todo es muy divertido y lo suficientemente desafiante para todo tipo de jugador, ya sea fan de la saga o no. Aunque seguramente los primeros sean los que más disfruten de todos los guiños que hay en Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin.
Además la banda sonora con versiones orquestadas del Final Fantasy original es top (aunque hay canciones algo fuera de lugar de gente como Limp Bizkit o Frank Sinatra) y los gráficos, aunque no despuntan para nada, no me han parecido que desluzcan tanto como se ha dicho. En fin, es una pena que en el cómputo general haya una clara sensación de que se podría haber hecho algo más grande si se hubiese cuidado mejor todo lo referente a la trama y los desajustes de la personalización del personaje. Aún con todo, mi experiencia ha sido lo suficientemente divertida como para permitirme recomendaros este Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin a pesar de sus taras. [75]