Un puesto llama mi atención. Un hombre alto, vestido de traje, impasible, se encuentra al lado de un portátil y una tablet, apoyados en una mesa. El póster promocional, tras la parafernalia del stand, muestra una ambientación noir, que recuerda a Bogart y las femmes fatales. El juego, no en vano, se llama Calvino Noir (más…)