Igual que pasaría en este país, vamos. El presidente de una importante compañía admite haberse equivocado en algo relacionado con un producto de su propia entidad, y en lugar de despedir a los empleados (práctica habitual en el 90% del mundo) decide recortarse el sueldo. Pero claro, ellos son japoneses y los japoneses están hechos de otra pasta. (más…)