Aun recuerdo cuando mostraron el prototipo de la primera consola con que Microsoft quería entrar al mercado gamer, una "X" gigante nos dejo de piedra con un diseño tan radical como extraordinario. Era el principio de unos largos 10 años con los que la compañía de Bill Gates, por aquel entonces ha dado alegrías y dolores de cabeza a varias generaciones de gamers.