Una de las más maquiavélicas y masoquistas formas de pasar una tarde frente al ordenador o la consola, es jugar una partida larga de Super Meat Boy. Tan divertido como difícil es capaz de hacer que arrojes el mando por la terraza cuando menos te lo esperes de pura desesperación y sin embargo, seguir intentándolo una y otra vez. Y ahí radica su éxito. (más…)