Reconozco que quizá no soy el experto en videojuegos de terror que me gustaría. Nunca he llegado a terminar por completo un Silent Hill ni he probado Amnesia: The Dark Descent. Por si fuera poco, aún a pesar de tener instalado Slender: The Eight Pages, el antecesor a The Arrival, solo lo he visto jugar por amigos y nunca por mí mismo. Pero que no cunda la desesperación, hamigos. (más…)