Venganzas trataría de asesinatos. Asesinatos ejecutados como respuesta a crímenes que han afectado, de una u otra forma, la vida del protagonista. Tendría un desarrollo episódico, con capítulos no conectados argumentalmente entre sí y un hilo conductor únicamente basado el aumento del nivel de dificultad o la mayor trascendencia del guión. Nada de relleno. El gameplay podría ser tan sandbox como diera el presupuesto, pero la opción de ir a saco estaría ahí.
A Next @marcaplayer is: Mata al Héroe
Inspirado por la serie de posts Videojuegos Imposibles, en la próxima doble página de AKB en Marca Player planteamos un … Sigue leyendo
Videojuegos Imposibles II: Soccer Player
La base de Soccer Player sería un simulador de fútbol que bebiera del espíritu de Libero Grande pero lo llevaría a las últimas consecuencias. Todo comenzaría con un completo editor de personajes en el que nos podríamos explayar colocando tatuajes, cicatrices producidas por entradas de rivales mal - o demasiado bien - medidas, peinados imposibles, piercings devastadores. El carácter se lo imprimiríamos nosotros durante los enfrentamientos, pues en el partido tendríamos botón para protestar las acciones arbitrales, encararse a la Grada insultar a los rivales o entrar a hacer daño. Según nuestro rendimiento y comportamiento recibiríamos una cantidad de puntos con los que mejorar a nuestro jugador y evitar que saliera por la parte de atrás. Pero lo bueno vendría después del partido.
Videojuegos imposibles I: Celestino, el psicópata del quinto
Celestino, el psicópata del quinto nos pondría en la piel de Celestino, un cincuentón sin curro, sin amigos, cuyo único nexo con este mundo sería su anciana madre. Ella depende entéramente de él, vive postrada en una cama en el minúsculo apartamento de Celestino, quién desde que se vio en la calle por un ERE, sobrevive saqueando los pisos de sus vecinos, previo asesinato mientras duermen (mecánica Splinter Cell) de medio pelo. Está claro que al final lo cogerán, pero es algo que ni la madre de Celestino, que se piensa que su hijo aún es contable, ni Celestino, que no se plantea nada más allá de ponerle un plato de comida cada día a su madre y tintarse el pelo con Just For Men, tienen en mente.