The Binding of Isaac: Afterbirth+ es un auténtico juegazo

A mi que me encantan los juegos tipo roguelike y aprovechando la frescura que ofrece Nintendo Switch de poder llevarte cualquier juego a cualquier parte, decidí darle una oportunidad a The Binding of Isaac: Afterbirth+.

Acerté de lleno. Como seguramente sabréis, es del mismo desarrollador de Super Meat Boy (Team Meat, 2010), el famoso plataformas sangriento, pero en esta ocasión partimos de una perspectiva cenital, con similitudes de apariencias a los Zelda de dos dimensiones, pero mucho más rápido y fluido. El juego nos pone en las carnes de Isaac, y descubre que su madre quiere matarlo, por lo que decide adentrarse en unas mazmorras que encuentra debajo de su casa, todo muy normal viendo los tiempos que corren es nuestras sociedades.

Esta versión de Switch es una revisión, ya que el juego fue lanzado en 2011 y han ido incorporando mejoras, de hecho aún se puede conseguir en Steam, pero en esta última versión para la consola de Nintendo reúne todas los añadidos a aparecidos hasta el momento.

Los controles del personaje son muy básicos, con el stick izquierdo nos movemos, y con el derecho disparamos en la dirección indicada. Ojo a esto, porque sólo disparamos en las cuatro direcciones cardinales, aquí no hay ni diagonales, ni 256 niveles de dirección ni nada por el estilo. Arriba, abajo, izquierda y derecha para disparar, y a correr. Con unos controles tan simples podéis llegar a presumir de decir que el juego es muy básico o simple, pero nada de esto. Quizás este juego donde más destaca, y en el paso del tiempo te podrás dar cuenta de esto, es en la gran variedad de situaciones y diferentes tipos de retos que plantea.

Con un total de seiscientos objetos coleccionables diferentes, cada uno con sus ventajas y sus debilidades, más de trece personajes jugables, que tendremos que ir desbloqueando poco a poco, al loro, más de ciento ochenta enemigos diferentes, que nos iremos encontrando en infinidad de mazmorras, porque el juego no se desarrolla sobre un mapeado fijo, sino que en cada partida, el mapeado se genera de forma aleatoria, con lo que cada partida que comencemos será completamente diferente a la anterior.

Los gráficos de The Binding of Isaac: Afterbirth+ son básicos y pixelados a propósito, pero a la vez que graciosos, rápidos y fluidos. Hay bastantes escenas cómicas y sangrientas a la vez, lo que disimulan bastante bien el poco nivel técnico de los sprites, pero siendo el tipo de juego que es, no se echa nada en falta. Este no es su punto fuerte. La jugabilidad del título es su gran opcion, y creo que donde mejor se aprovecha realmente es en una plataforma portátil.

The Binding of Isaac: Afterbirth+ donde mejor se aprovecha es en trayectos de algunos minutos, ya que nuestras partidas no duran varias horas ni nada parecido. Es como las máquinas arcade de antes, que por veinticinco pesetas podías estar disfrutando al máximo por diez o quince minutos, pues este estilo de juego es muy similar. El juego es bastante difícil, los enemigos no tienen ninguna piedad y al más mínimo error podemos encontrarnos con la muerte en cualquier momento. Una partida que comienza fatal, se puede enderezar en pocos segundos, y un comienzo meteórico se va al traste en décimas de segundo. Solo comentaros que el juego goza de veinte finales diferentes, a ver quien es el manitas que se los acaba todos.

Además de todo esto, The Binding of Isaac: Afterbirth+ también incorpora modo de multijugador de hasta cuatro participantes a la vez en modo cooperativo. Si ya en algunas situaciones jugando solo el escenario se convierte en un caos, con cuatro jugadores a la vez el caos es completamente constante, pero aún más divertido. El juego tiene también su parte de técnica, ya que no solo es disparar a todo lo que se mueva, tenemos que ser cautos con las llaves que nos vamos encontrando, e ir abriendo camino por donde nos interese con bombas, y ese pequeño toque de coherencia que necesitamos para llegar lo más lejos posible en la aventura.

El apartado sonoro goza de gran calidad bien, con melodías que nos recordarán a los midis clásicos de los juegos de los ochenta. Pero eso no es lo mejor de su parte sonora, sino los sonidos y exclamaciones de los propios enemigos y personajes en pantalla. Algunos tienen expresiones realmente graciosas como vómitos y vocecillas curiosas, y se oyen francamente bien, para componer un apartado sonoro muy bueno mejorando el conjunto de jugabilidad.

The Binding of Isaac: Afterbirth+ es un total homenaje a los clásicos juegos de rol, y otra prueba más de ello es el manual que contiene la versión física del juego. Merece la pena hacerse con la edición palpable para ver su cuidado manual de instrucciones de color dorado, calcado al de Zelda de NES, con logotipos de imitación del clásico Seal of Quality de Nintendo y la portada principal que narra: Instruction Booklet, es un manual que está impreso guardando los patrones de la vieja escuela, todo un detalle que es de agradecer viendo que actualmente los juego de edición física que adquirimos en la mayoría de los casos ya no tienen ni manual impreso.

Yo lo calificaría de imprescindible, otros dirán que estoy loco, y seguramente acierten, pero The Binding of Isaac: Afterbirth+ es un auténtico juegazo. Y más aprovechando las virtudes de Nintendo Switch. Una jugabilidad endiablada que te pueden hacer disfrutar en esos pequeños trayectos. Una adicción increíble, ya que estarás ansioso por volver a empezar una partida y ver qué objetos pueden llegar a caerte. Eliminar ese último enemigo que te ha dejado a las puertas de la siguiente mazmorra. Que soy un nostálgico. Que tiene cosas nuevas. Pruébalo y me lo cuentas.

  1. Juegazo endiabladamente adictivo, con el que mantengo una relación amor-odio bastante insana, precisamente por todo lo que comentas.

    No hay dos partidas iguales. Y siempre sale esa ocasión que mantienes en el recuerdo, bien porque te tocaron los peores objetos y aguantaste más de lo esperado, o porque a los pocos niveles ya ibas overpowered total.

    Para mí lo mejor del juego es esto último. Ir en busca de esa partida en la que la sinergia de los objetos que te han tocado rompan completamente la partida.
    Es un momento… mágico.

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