Davey Wreden, creador de The Stanley Parable y The Begginer’s Guide es un auténtico misterio. En Internet, apenas hay información sobre el creador que ha alterado la industria gracias a sus juegos cuya narrativa chocan con lo conocido hasta ahora.
Este veinteañero texano nos enseña a ver los videojuegos de otra manera. Sabemos de su pasado, de su depresión tras ganar popularidad por The Stanley Parable y conocemos sus reflexiones a través del juego que estrenó el otoño pasado. En The Begginer’s Guide hay una voz en off que nos relata cómo de buenos eran los juegos de un tal Coda para que nos hagamos una idea de cómo de diferente pueden ser los videojuegos.
Pero al mismo tiempo es un muro en blanco para poder expresar el creador sus propias opiniones. Las inseguridades son el núcleo central de sus obstáculos a superar en la vida real y eso se aplica a la hora de reflejarlo en este videojuego. Habla de cuán harto está de fingir que todo va bien, de saber lo bien que lo hace, de oír los elogios de todos cuanto lo rodean.
Y donde se pueda ver quizás dejes de egocentrismo en realidad se trata de una crítica hacia la sociedad actual más dada a los “Me Gusta” que a los abrazos de verdad, más dada a odiar algo sin argumento ninguno y más centrada en las vidas de los demás que en la suya propia.
Davey es un privilegiado puesto que su posición le permite que este mensaje se transmita de forma diferente: a través de la propia industria que le alzó. No todos pueden hacer eso y creo que es un acto de valentía poco usual en la actualidad.
Por ello, la “párabola de Wreden” no es sino una forma de expresar sus propios problemas derivados de la gloria, fama y euforia a través de un producto que nos haga reflexionar al propio jugador. Es algo que ya encontrábamos con “The Stanley Parable”, un empleado que solo se dedicaba a tocar botones pero que, de repente, puede dejar de obedecer a esa voz (y debe hacerlo) para poder tener diferentes finales.
Si hay algo que caracteriza al modo de crear del texano, es precisamente dándole varios finales a sus productos. No hay un punto final como tampoco hay una introducción en sí. Se trata de una nueva forma de ver la secuencia narrativa desde todos los vértices posibles.
Necesitamos a más gente como él. Gente que sea valiente y apueste por su propio contenido y que sean tal como son. Con sus virtudes y sus defectos. Si sentimos en sus juegos es porque hay un gran sentimiento detrás de cada uno de ellos. Seguiremos atentos a lo que nos tenga que aportar este misterioso “begginer” llamado Davey Wreden.
Brutal. Hacen falta nuevos talentos que se desmarquen de la producción tradicionalista, y que expresen el medio como algo mas que «jueguicos». Bien por el artista y gran artículo.
Gracias @Huistroya 🙂 es un artista algo desconocido pero que hace grandes productos. Estoy de acuerdo con tu punto de vista, siempre hay que romper el muro de lo convencional para arriesgarse con nuevas cositas. Cuipor :3