Square Enix y Crystal Dynamics han colocado la coletilla Definitive Edition a esta nueva edición de su juego para la nextgen y no es solo una estrategia de marketing. Lara impresiona como nunca en Xbox One.
Ya había jugado a este reborn de la franquicia de Lara Croft en PC hace apenas ocho o nueve meses. Fue una experiencia totalmente diferente a lo que llevaba acostumbrado a disfrutar a nivel gráfico/técnico viniendo de consolas como Playstation 3 y Xbox 360. Siempre me había alejado de los juegos exprime gráficas de PC y me había acostumbrado a los dientes de sierra, la baja definición e incluso los efectos que difuminan o crean ese efecto blur fluorescente al que nos acostumbraron los desarrolladores en la pasada generación de consolas. Tomb Raider en PC fue una experiencia de las que te abren los ojos ante un mundo nuevo, la amplia distancia de dibujado permitía que disfrutase de unos escenarios amplios y llenos de detalles. Nunca un personaje se había visto con tanto detalle en los primeros planos como la protagonista o cualquiera de sus acompañantes en este juego. La suciedad, sangre, cortes y todas las heridas que sufría la pobre Lara, que son muchas a lo largo de la aventura, se disfrutaban en fullHD y eso, en la versión de consolas, no se podía lograr al 100%, por lo que la experiencia de Tomb Raider se veía reducida, al menos a nivel técnico, frente a la versión de PC.
Hace seis meses aproximadamente se anunció que la versión juego del año, o como han querido llamarla en Square Enix, Definitive Edition, además de llegar a PC y consolas de la pasada generación, haría su acto de presencia estelar en Xbox One y Playstation 4. No solo se nos prometía incluir todos los DLC que han ido saliendo a lo largo del tiempo para este Tomb Raider: mapas multijugador y un largo etcétera de trajes para Lara Croft; por parte de los desarrolladores, Crystal Dynamics, se nos anunciaba un lavado de cara al juego en general llegando a igualar a la versión de PC y, lo que es más importante, rehaciendo al personaje principal para dotarlo de más personalidad o lo que es lo mismo, mucho más detalle gráfico para transmitir los sentimientos y las sensaciones que nuestra heroína va sufriendo a lo largo de la aventura. Por supuesto, el efecto estrella del pelo de Lara, que una compañía de hardware se atribuyó en exclusiva en PC, también se había incluido en la Definitive Edition. Por primera vez, una definición tras el nombre de un juego tenia un sentido real, estábamos frente a la edición definitiva o imposible de mejorar, lo teníamos todo frente a nosotros y eso crea unas expectativas muy altas.
Por culpa de estas expectativas se ha hablado mucho del trabajo realizado en este juego. Las comparativas entre las dos versiones de nueva generación, Playstation 4 con sus 1080 60 FPS y caídas de 10/15 FPS en algunas escenas con explosiones y la versión Xbox One, a 1080 y 30 FPS casi estables han intentado hacerle daño a esta reedición. Se ha intentado menospreciar el genial trabajo de Crystal Dynamics, y en el caso de Xbox One que es la versión que hemos analizado, se nota un poco menos trabajada en lo que a rendimiento frente a la competencia, pero gana en estabilidad. Solo ha habido un momento del juego en el que he notado una pequeña ralentización, una zona en la que cuatro o cinco enemigos venían a por mi y he detonado tres bombas casi al mismo tiempo. En vicisitudes como esta, aunque no sea de recibo, podemos permitir un pequeño bajón de 1 o 2 FPS. El problema grave que he sufrido, como visteis en el vídeo que colgamos el día anterior, fue un problema con la generación del escenario del motor de colisiones, que por algún motivo raro, hizo desaparecer una zona de suelo y nos íbamos irremediablemente al vacío, una y otra vez. Nada que no se solucionase con un reinicio de la partida, que por suerte, graba cada poco tiempo de forma automática por lo que no perdí ningún progreso.
Gracias al nuevo aspecto gráfico de Lara, viviremos mejor que nunca el viaje existencial de joven indefensa de las primeras fases, a heroína aventurera todoterreno que no duda en volar cabezas a quemarropa desde la mitad hacía el final de nuestra aventura. Toda la carga psicológica y física de este paseo por el infierno se ve reflejada en el nuevo modelado de Lara Croft. Ya desde el comienzo del juego vemos la mejora en todos los protagonistas: la mejora en el modelado y texturas de Lara, la piel o los tatuajes de los protagonistas. Nos quedaremos asombrados al salir de la primera cueva y que se nos descubra la primera panorámica de la isla de Yamatai que ya vislumbra su peligrosa belleza. Peligros que viviremos en nuestra propia piel sufriendo algunas de las muertes más crueles y sangrientas que se recuerdan en un videojuego. Son apenas unos segundos, pero Tomb Raider no se guarda ni una escena dura a la hora de enseñar una muerte de nuestra protagonista. Es, sin lugar a dudas, el juego de la saga más crudo y uno de los más viscerales de los últimos tiempos.
El aspecto técnico del título nos hará parar en más de una ocasión y mover la cámara para ver los pequeños detalles de una Lara cubierta de sangre o las vistas desde un escarpado acantilado de una zona llena de barcos naufragados. La inmersión dentro de la aventura, gracias al apartado gráfico, es total y en ningún momento sufriremos algún corte en el desarrollo de nuestra aventura. Todas las escenas intermedias se generan en tiempo real en nuestra consola y eso se agradece, no notamos el molesto defecto de esos cambios gráficos entre el juego y lo pregrabado. Vemos, en todo momento, el aspecto cinematográfico que la desarrolladora le ha dado al título para imitar a algunos grandes de la aventura como Uncharter, que supo coger las mejores partes de diversos géneros para crear un juego redondo. Esta imitación, que podrían decir algunos, es la evolución que la saga perdió hace tiempo y que por suerte, gracias a la competencia y al buen hacer de otras compañías, ha hecho que este Tomb Raider sea el juego casi perfecto que es. Algunas veces copiar lo bueno es mejorar lo propio.
Podemos enumerar algunos defectos en el desarrollo de Tomb Raider, pero me voy a centrar en los que más llaman la atención: las animaciones aceleradas y los QTE. El movimiento de Lara es dulce por la selva y se mueve como pez en el agua, pero la libertad de movimientos que tenemos en todo momento al efectuar muchas acciones, da como resultado algunas animaciones aceleradas o faltas del realismo. Es normal que saltemos, giremos en el aire y en una décima de segundo saquemos el pico para anclarnos a una pared y que ese movimiento sea excesivamente fluido, irreal. Choca frente al carácter realista que Crystal Dynamics le da a la aventura desde los primeros minutos. El punto de los QTE no es en sí un defecto grave, pero si puede crearnos un vicio al usar demasiado el esquivar y rematar ya que es un combo sencillo que eliminará a nuestros enemigos en un par de golpes. El resto de QTE, como agarrarse de una cornisa si nos escurrimos, o los que pueden saltar en determinados momentos del juego en el que tendremos que pulsar una tecla en un momento determinado, no molestan ni se hacen igual de monótonos que el del remate. Se ha sabido integrar este tipo de acciones, aunque no sea lo que más nos guste.
Es dificil hacer una crítica de un juego reeditado y hay que darle el mérito a la compañía de no habernos querido vender la moto, como se dice coloquialmente, en esta edición definitiva. Crystal Dynamics y Square Enix no se han limitado a incluir los DLCs, mapas multijugador y algún vídeo que otro más en esta edición como hacen muchas compañías con sus temidas ediciones «Juego del año». Aquí se ha pulido el producto de la edición más alta de Tomb Raider, que era la versión PC, que de por sí era de una calidad excelente hasta un nivel que no se ha visto aun en la next gen. Puedo decir que Tomb Raider está a la par, en muchos aspectos, al monstruo gráfico que es Ryse y en muchos momentos lo supera a nivel técnico. Todo el trabajo que se ha realizado en la recreación de Lara Croft nos hace soñar con un futuro en el que los personajes jugables casi se confundan con la realidad.
Esto es solo un pequeño paso hacia lo que puede dar de sí la nextgen y gracias a Tomb Raider Definitive Edition, tengo fe en esta nueva generación a nivel técnico, aunque el primer juego haya sido una reedición con alguna caída de rendimiento técnica puntual. Por todo esto y la gran sensación que me ha dado Tomb Raider, se lleva un sobresaliente, superando al 90 que se llevó el análisis de la versión de Xbox 360. Es una compra obligada, por supuesto si no has jugado al original, y aunque lo hayas hecho en la versión PC en calidad ultra, habrá momentos que te dejen con la boca abierta. Lara Croft ha llegado a la nextgen por la puerta grande. [NOTA: 92]