Tony Hawk's Pro Skater 1+2 en PS5: un clásico nunca muere

Un mito del skate en los videojuegos regresa por partida doble. Corrían tiempos de la primera PlayStation y Tony Hawk era un auténtico referente. Conservando la esencia de un clásico de los 90, pero con un renovado aspecto, llega a PS5 Tony Hawk’s Pro Skater 1+2.

Eran otros tiempos

La recta final de la década de los 90 fue muy prolifera para deportes de segunda fila en los videojuegos. Que no se me malinterprete: cuando empleo la expresión «de segunda fila» no trato de hacer de menos a dichas prácticas. Simplemente, no todo lo tiene tan fácil para triunfar como el fútbol, la fórmula 1 o el tenis, entre otros deportes mucho más populares en nuestro país. En aquel entonces, videojuegos como 1080º Snowboarding, Wave Race, No Fear: Downhill Mountain Biking, Moto Racer o Cool Boarders, entre otros, triunfaban y ganaban muchos seguidores por parte de grupos que, seguramente, ni siquiera acostumbraban a practicar las destrezas que representaban.

La lista es prácticamente interminable, pero hay un nombre que se erigió por encima todos y cosechó grandes éxitos: Tony Hawk, el astro del monopatín. O, mejor dicho, los dos videojuegos que protagonizó en la primera PlayStation, que ahora regresan en un recopilatorio llamado Tony Hawk’s Pro Skater 1+2. Ambos se convirtieron en un auténtico fenómeno de masas, logrando que mucha gente que nunca había montado sobre una tabla —entre la que me incluyo— se interesase por probarlos. Tampoco se olvidará fácilmente el mito de la segunda entrega, que disfrutó de la unanimidad de la crítica hasta situarse como uno de los títulos más valorados de todos los tiempos.

El pasado, pasado es

Y cuántos años hayamos vivido de por medio; Tony Hawk’s Pro Skater 1+2 ha llegado para que nunca olvidemos lo bueno que eran. Como podéis imaginar, el principal aliciente es revivirlos bajo un nuevo aspecto gráfico que, si bien no es nada del otro jueves y ni siquiera destaca entre los estándares actuales, hay que decir que le sienta de maravilla a dos títulos que todos recordamos con un aspecto acordes a la generación de los 32 bits. De entre todas las novedades, la principal no es otra que el aumento de resolución y de tasa de imágenes por segundo.

Ambos títulos se pueden disfrutar a una resolución de 4K y 60 imágenes por segundo (curiosamente, hay bajadas de rendimientos… en los menús). Además, también es posible elevar la tasa a 120 FPS si la televisión es compatible con HDMI 2.1, aunque en ese caso la resolución es el gran elemento sacrificado, ya que se reduce a 1080p. Que cada cual valore cómo prefiere jugarlo. En cualquier caso, haciendo hincapié de nuevo en que no estamos ante ningún portento gráfico, la realidad es que la fluidez de los 60 FPS y el aumento de resolución son aspectos que dan lugar a una experiencia muy gratificante.

Por supuesto, las funcionalidades que aprovechan las virtudes del DualSense es otro de los principales alicientes. Hay que decir que su uso es bastante correcto, aunque requiere un poco de tiempo para acostumbrarse si no queremos perder la memoria muscular necesaria para prolongar esos combos kilométricos debido a un despiste propiciado por la nueva forma de jugar a Tony Hawk’s Pro Skater 1+2. En algunas ocasiones, los gatillos presentan resistencia, mientras que las sensaciones en función del terreno por el que rodamos son muy diferentes entre sí. Como decimos, al inicio hay que acostumbrarse, pero luego es muy gratificante.

El tiempo se detiene… para bien

Durante los últimos años nos hemos acostumbrado a ver todo tipo de propuestas a la hora de traer de vuelta a un clásico muy esperado: desde sencillas actualizaciones gráficas, hasta imponentes remakes visuales como Demon’s Souls. Incluso hemos visto remakes que cambian por completo la experiencia jugable como es el caso de Final Fantasy VII Remake. ¿Dónde colocamos a Tony Hawk’s Pro Skater 1+2? Sin lugar a dudas, en el saco de las actualizaciones gráficas, aunque su aspecto lleva a pensar más que en un remake que en una mera remasterización.

La principal característica —y atractivo— de ambas entregas es que absolutamente todo sigue ahí después de más de veinte años; la jugabilidad es exactamente la misma y cinco minutos bastan para que uno se sienta como en casa. Entramos en un nivel, vemos los objetivos y tratamos de lograr el máximo posible en los dos minutos que se nos permite explorar cada ronda. ¿Hemos conseguido las letras S-K-A-T-E y apenas restan diez segundos? Pues reiniciamos y vamos a por el siguiente reto. La nostalgia juega en favor de Tony Hawk’s Pro Skater 1+2. Porque si hace dos décadas eran buenos, en pleno 2021 también lo son. [90]

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