Trek to Yomi es un juego que entra por los ojos. Una aventura 2D en blanco y negro, que de alguna manera sirve de homenaje al cine de Akira Kurosawa. Lastimosamente no pasa de ahí, siendo bastante limitado y repetitivo a nivel jugable.
El camino del héroe
Aquí tenemos una premisa algo común. Un protagonista, que desde pequeño busca ser una figura de protección de su aldea. Que mira el mal a los ojos y le arranca una parte, para luego ser salvado por su maestro. Ya en la edad adulta, sus decisiones lo llevan al inframundo, para decidir qué hacer con su vida.
Trek to Yomi es entonces, esa típica historia del camino del héroe, cuyo ego no lo deja comprender las cosas, y solo hasta que realiza sacrificios y ve las consecuencias de sus actos es que entiende su verdadero propósito.
Como una película
Es aquí como Flying Wild Hog decide darle un toque más antiguo, tomando como referencia películas japonesas de antaño. Toda nuestra aventura transcurre en blanco y negro, con escenarios, tomas y situaciones que parecen sacadas de una pelicula, pero con el toque interactivo que nos dan los videojuegos.
Es tanto así que uno de los niveles de dificultad que tiene Trek to Yomi es para disfrutar la historia, llegar más fácil a las cinemáticas, convirtiendo en prácticamente una anécdota el recorrido del personaje hasta su destino.
Algo se deja de lado
Precisamente Trek to Yomi se enfoca tanto en ser una representación de ese cine, que se olvida de su otra parte, el juego. No importa la dificultad, estamos frente a un título donde la exploración es mínima y todo se soluciona presionando los mismos botones varias veces.
No estoy pidiendo un Ghost of Tsushima, pero por lo menos algo más elaborado, teniendo en cuenta las referencias que tiene. Todo se resume en ir del punto A al B, algunas veces solucionando puzles, mientras de fondo se escuchan gritos, los mismos, todo el tiempo.
Al principio me ilusioné, porque a medida que se avanza el juego presenta nuevas combinaciones de ataque, pero la verdad que no son muy efectivas, con el ataque fuerte se eliminan a casi todos los enemigos, y a los que tienen lanzas, con los ataques rápidos. En cuanto a los jefes, solo es bloquear en el momento justo y ya está.
No importa el escenario o la situación, va a ser siempre lo mismo. Todo comienza muy bien, pero va cayendo en una espiral de monotonía donde simplemente quería terminar.
Poca variedad
De los enemigos tampoco hay mucho que decir. Incluso en el inframundo tenemos los mismos, solo que en forma de espíritus. Además, con una IA bastante floja. Pueden llegar a rodear seis, pero siempre atacan uno a uno.
Lo que menos me gustó, especialmente en su dificultad más alta, es lo injusto que puede llegar a ser. Enemigos con ataques que hacen mucho daño porque si, algunos que no dan espacio a movimientos y puntos de control muy separados, que llegan a ser frustrantes.
Esto sigue demostrando la falta de equilibrio de un título que tuvo muy clara su dirección artística, pero que le faltó muchísimo a nivel jugable. Todos esos momentos que al principio sorprenden, son los mismos que terminan desencantando, porque no hay variedad.
Conclusiones
Trek to Yomi es uno de esos juegos, que en lo personal, no cumplió las expectativas. Visualmente es interesante y como homenaje al cine japonés siento que cumple, sin ser un experto.
A nivel jugable se queda corto en muchos aspectos. Mecánicas de combate, enemigos, inteligencia artificial, exploración. Toca un poco cada uno de estos elementos, pero al final no concreta nada y se queda a la orilla de algo mucho mejor.
La racha negativa para Flying Wild Hog continua, porque con Shadow Warrior 3, también dejaron mucho que desear. Espero que la próxima si sea la vencida.[65]