Trine 2 era uno de esos títulos de los que veía imágenes y vídeos, babeaba y después, desgraciadamente, olvidaba. Tuvo que llegar – cómo no – la Summer Sale de Steam y encontrármelo cara a cara a un precio irrechazable para que, finalmente, acabara haciéndome con él.
Y cómo me alegro de haberme cruzado con él. Trine 2 es una maravilla visual y sonora. Puedo decir sin riesgo a equivocarme que es el juego más bonito visualmente al que he jugado nunca. Y la banda sonora, de corte medieval, épico y melancólico es una pasada. Si lo completamos con un gran doblaje en castellano y con la posibilidad de escuchar las profesionalísimas voces originales, entenderéis por qué he de rendirme al apartado técnico de un juego que, por muchas imágenes y vídeos que veas, sorprende.
Y es que cada pantalla, cada nivel, cada escenario es una auténtica pasada. Los cientos de detalles, la iluminación, el arte… Cuidado hasta el último píxel, Trine 2 es una gozada visual, además de sonora. Y he de resaltar que los escenarios son interactivos, no renders de mírame y no me toques: por muy bien realizada que esté el agua, o una hoja gigante o incluso la lava, los personajes podrán interactuar con esos elementos, reaccionando a su presencia.
Lógicamente, la jugabilidad no podía estar a la altura de tanta excelencia y buen gusto, o estaríamos hablando de uno de los mejores juegos de la historia, y no es el caso. En Trine 2 controlaremos, en la partida de juego individual, a los 3 personajes protagonistas: una ladrona equipada con un arco, un soldado con escudo y espada y un mago capaz de hacer aparecer cajas en el aire y de mover los objetos a distancia. Personajes separados por especialidad, algo que recuerda a The Lost Vikings, aunque en aquel los 3 personajes aparecían simultáneamente en pantalla.
Únicamente controlaremos 1 personaje a la vez, pudiendo cambiar de personaje con los botones numéricos. La mecánica de juego consiste, sobre todo, en resolver puzzles – ninguno complicado – a lo largo y ancho de unas 10 horas de niveles, mientras damos buena cuenta de los enemigos que se nos pongan por delante e intentamos recoger todas las esferas de experiencia, que son la llave a nuevos poderes con los que potenciar a los personajes.
De la jugabilidad destacaría los diferentes poderes y el hecho de que los puzzles y plataformas con truco pueden resolverse, por lo general, de diferentes formas, lo que abre la puerta a la imaginación del jugador. Yo personalmente siempre intentaba resolverlos con el mago, gracias a su poder de hacer aparecer cubos y tablas en el escenario, un poder que se podrá potenciar aumentando el número de objetos simultáneos que podrá invocar, pero lo cierto es que en ocasiones había otras opciones, como buscar una ruta alternativa.
Trine 2 es entretenido, la historia, amenizada maravillosamente por un soberbio narrador, tiene su intriga, y la belleza de sus visuales son un atractivo irrechazable, pero la mecánica de juego, resultona durante un rato, acaba haciéndose repetitiva. Es cierto que la magnificiencia del apartado técnico tira más que dos carretas y te hará volver a él, pero la jugabilidad de Trine 2 peca de poco variada. Y eso que hay cosas resultonas, como los poderes del mago o el árbol de habilidades, pero al final todos los puzzles son muy parecidos. Los continuos guiños a Portal son una muestra de la falta de inspiración del juego en este sentido. Ojalá una parte de la inspiración a nivel artístico se hubiera trasladado a la jugabilidad…
Aunque apenas lo he probado, Trine 2 incluye un modo multiplayer para hasta 3 jugadores que consiste en el Modo Historia en plan cooperativo. Los jugadores podrán cambiar de personaje o utilizar el mismo durante toda la partida, dependiendo de la configuración que haya especificado el creador de la sesión.
Trine 2 es una Obra de Arte cuyo mayor defecto es en la parte interactiva. Su jugabilidad a base de puzzles, plataformas y ataque a los enemigos, son los pies de barro de una creación maravillosa que nadie debería perderse, a pesar de que acaba resultando repetitivo. Algo que, sin embargo, en el fastuoso marco del juego de Frozenbyte, acaba resultando una pecata minuta para una experiencia muy agradecida. Por cierto, el juego también está disponible para PS3 y 360, llegará a Wii U, y tiene una expansión en camino, Goblin Menace, que tiene muy buena pinta y que saldrá durante este otoño. [80]