Una vez más un chavaluco yanqui quiere fastidiarme la noticia chorra del jueves con una información real y verificada pero más chorra que cualquier idea que se me pudiera pasar por la cabeza.
Según leemos en el Chicago Tribune, un adolescente de 15 años de edad y residente en Buffalo Grove, llamó al 911 a eso de las 12:50 de la tarde del pasado domingo y colgó el teléfono. La policía de allí, que es muy distinta a la que trabaja por ejemplo, por ejemplo… en Villaverde, que o no van o lo hacen 40 minutos después, localizó la llamada y acudió de inmediato a ver qué ocurría. Allí el chaval les contó que había llamado porque sus padres le habían quitado la Xbox y quería saber dónde coño estaban cuando eso ocurría y porque no hacían nada para «proteger sus derechos». Los policías le dieron la razón a los padres y le soltaron un sopapo al colega por haberles jodido el almuerzo (este último punto no ha podido ser confirmado).
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