Una bolsa de arroz (que no sea del Brillante, por dios), cinta aislante y ciertas partes del mando de una 360 sirven para realizar un controlador para la consola de Microsoft completamente personalizable y que posibilita que personas con movilidad reducida en los dedos puedan disfrutar de los videojuegos. Y lo mejor de todo, es un simple prototipo que se ha realizado en tan sólo dos horas.