Puede que sea un paleto y que como John Carmack sea de los que piensan que cuanto más sencillo es un juego más divertido resulta, es decir, que no tenga que leerme el manual para ver los comandos posibles, sino sentarme y ponerme a repartir manteca a tutiplén. Pero sé que la franquicia Call of Duty es una de las más queridas por nuestros lectores y por ese público hardcore que está llevando a que Microsoft choque contra un muro en Europa. Además, creo que esta cuarta entrega pinta verdaderamente espectacular.