«Vandal Hearts: Flames of Judgement es bastante bueno» [Análisis]

Vandal Hearts: Flames of Judgement es un RPG táctico, y como tal, basa su sistema de juego en un mapa divido en casillas en el que jugamos por turnos. Ésto, a mi parecer, lo hace más dinámico y divertido que un RPG típico, ya que la posición se añade como un factor bastante influyente: bonificación a los arqueros por disparar desde una posición más alta que la de su objetivo, bonificaciones por atacar por la espalda o el costado, posibilidad de evitar ataques teniendo en cuenta el alcance de los enemigos, etc.



«Ya se ha liao parda…»

Tenemos un total de 6 personajes jugables que controlamos a la vez, nada de tener diecisiete compañeros y jugar sólo con dos. El juego no cuenta con un sistema de niveles ni reparto de experiencia convencional, sino que dichos personajes mejorarán sus habilidades según el modo en que los usemos. Es simple, si con uno te dedicas a repartir estopa cada vez la repartirá en dosis más grandes, si te dedicas a curar curará más, y así sucesivamente.

La variedad de movimientos se mueve entre el ataque físico con espada, mazo o arco; y la magia, dividida en las categorías daño, maldición, curación y aumento. Aparte del uso de objetos, la posibilidad de cambiar de arma o usar ciertos objetos interactivos del entorno.

Todo ésto se desarrolla en mapas limitados en los que debemos cumplir unos objetivos (normalmente matar a todos los enemigos) para pasar al siguiente mapa. La transición entre misiones se hace a través de vídeos y diálogos de texto en los que se desarrolla la historia, y un mapa global con el que nos movemos entre misiones.


Salvar el mundo y no ligar no son conceptos compatibles

Argumentalmente nos encontramos el cliché típico en el género: el mundo se va a hacer puñetas por culpa de un malo malísimo, y nuestro personaje, chaval humilde donde los haya, lo salva casi sin saber muy bien que pinta él ahí, haciendo amigos y novias por el camino que lo ayudarán. Ésto no quiere decir que la historia sea mala, de hecho es bastante más profunda de lo que me esperaba, con toma de decisiones en algunos puntos (cosa que determinará cual de los dos finales vemos) y alguna subtrama sobre los compañeros.

Los gráficos no son nada del otro mundo, algo normal tratándose de un Arcade, simplemente cumplen. Se trata de unas 3D con vista cenital que podemos girar, inclinar, alejar o acercar. No he podido evitar lamentarme de que no hayan optado por un estilo cell-shading, ya que los dibujos de los vídeos y del arte conceptual que te muestran en los tiempos de carga son muy buenos.

En resumen, Vandal Hearts es un título bastante bueno si te gustan los RPG, que no aburre en ningún momento de sus 8-9 horas de duración, y con unos gráficos e historia que cumplen sobradamente (teniendo en cuenta que es un Arcade). También tiene cierta rejugabilidad al tener dos finales y varios mapas secretos de los que solo encontré uno al pasármelo.

P.D. – Según he leído, el juego es la precuela del Vandal Hearts original de PlayStation. Como es la primera vez que toco la saga no he podido evaluar el juego dentro de la misma, me he limitado a analizarlo como juego independiente.

P.D. 2 – Agradecer a Kristian y al blog la posibilidad de analizar el juego 😉


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