Antes de que escribas nada, ocurrente lector, un dato: Braid tardó 2 años en realizarse.
La Industria del videojuego mató a todos los programadores de garaje. ¿A todos? ¡No¡ Tres chavales con voluntad inquebrantable, un sueño loco – y apocalíptico – y un nombre aún más creisy, Izanami Gameworks, se mantienen al pie del cañón ultimando un videojuego, The End of The World, que nació hace ya muchos meses pero que, incomprensiblemente, no consigue acabar de catapultarles a la fama, el éxito y las habitaciones de hotel repletas de gruppies, caviar y Häaggen-Dazs que se merecen.
La fama cuesta, sí, pero los más de 2 años que lleva Izanami peleando contra viento y marea para que alguien se fije en The End of the World, su espectacular juego Ópera Prima, y lo publique, están bañados de un matiz épico, heroico, porque todos los que hemos visto el proyecto de cerca sabemos que está condenado al más absoluto de los éxitos y, a pesar de ello, lo sacan adelante a duras penas, robándole horas al sueño y currando como bellacos.
Como no podía ser de otra forma, los reconocimientos por parte de la comunidad están ahí, incluyendo el Premio del Público de la 1ª Edición de la GameStorming (Den, ¿Para cuándo la segunda?), y siguen moviéndose por certámenes indie, como los IGF.
Mientras ultiman The End of The World para móviles, lo portan a los Xbox Live Indie Games y se dejan convencer para una futura versión para iPod Touch/iPhone, Izanami Gameworks proclama al mundo, insolente, con sus escasos recursos y su ilimitado talento, que para acabar con ellos no basta con una Industria que mira mucho a su cuenta bancaria y poco hacia abajo, donde están los genios de garaje. Porque con ilusión, esperanza y genialidad se puede sobrevivir. Pero ¡Qué gran pérdida para la Comunidad si su proyecto no triunfa!
Si quieres hacerte fan de Izanami Gameworks en Facebook, aquí les tienes. Su blog está aquí y aquí su cuenta de twitter.