No Man's Sky: cuaderno de bitácora de un converso

No Man´s Sky ha hecho que me mueva con cautela entre el hype y el escepticismo. He dado un paso al frente y dos atrás con cada nueva información que era lanzada. Cuando veía videos, por ejemplo, me maravillaba, pero otra parte de mí se preguntaba “¿a qué jugaré con este juego?”.

No Man's Sky

No Man’s Sky, una promesa gigantesca

No sé si es que desde Hello Games no han sabido transmitir lo que vendían o yo, entre muchos otros, no entendíamos lo que se nos enseñaba. El juego avanzaba y la fecha de lanzamiento se acercaba. Tras un tortuoso camino, No Man´s Sky ya está entre nosotros, ¿y ahora qué? No sabía qué hacer, quería probarlo, pero mi indecisión era fruto de mi desconocimiento, así que decidí indagar, empaparme bien y descubrir a qué iba a jugar si compraba No Man´s Sky.

En primer lugar, empecé leyendo sobre las abrumadoras cifras del juego, las cuales me hicieron sentir pequeño como lo hace aprender sobre el universo en la vida real. Después me decidí a leer en foros y ver las primeras opiniones de la gente de a pie; No Man’s Sky es un juego solitario, para perderte durante horas sin rumbo, No Man’s Sky te convierte en un explorador perdido, ¿quién no se ha sentido así alguna vez? Y para rematar mi búsqueda de información, me acerqué a AKB y me vi las primeras horas de juego en las que descubrí un juego pausado, sin frenetismos, hecho para disfrutarlo paladeándolo, no atragantándose con él a un ritmo de locura.

Un horizonte a descubrir

Cuando por fin acabé de recopilar información descubrí que tenía un vasto y abrumador universo que me haría sentirme insignificante, que sería un lobo solitario sin rumbo y que podría deleitarme con las maravillas que el firmamento había guardado para mí de forma arbitraria. Volví a ver videos y me convertí en un niño que ve algo en televisión, al principio sólo le gusta un poco, pero al final acaba amándolo con locura. Estaba embobado y cada vez más cerca de la pantalla. Absorto entendí que esto era real, sobrecogedor, que la soledad sería mi única compañera de viaje y aunque siempre estuviera haciendo lo mismo, algo nuevo se presentaría ante mis ojos.

Finalmente acepté mi condición de converso, abandoné el escepticismo y con devoción me acogí a las puertas de este nuevo cielo. Apenas llevo unas horas, y aunque soy consciente de sus virtudes y sus defectos, no puedo más que rendirme a su universo y la posibilidad que me ofrecen de recorrerlo. Quiero sobrevivir todo lo que pueda a esta aventura, quiero ser explorador y volver para contároslo. Porque volveré a escribiros sobre No Man’s Sky y mi periplo como astronauta. Tal vez no pueda iluminar la inmensidad del universo, pero puedo brillar con la intensidad de una estrella justo antes de apagarse y traer un poco más de luz desde el otro lado de vuestras pantallas. Larga vida y prosperidad.

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