Desde este pasado viernes está por fin a la venta en todas las tiendas Dragon Quest VIII: El Periplo del Rey Maldito, la adaptación a los circuitos de Nintendo 3DS del primer título que vio la luz en Europa de esta célebre saga de J-RPG de Square Enix en el año 2006.
Una gran recepción
Sobre ella nos contaba muchas de sus maravillas Daniel Larrosa en un artículo hace unos meses. Y lo cierto es que la acogida de los medios nacionales e internacionales ha sido casi tan cálida como con el original, con un Metacritic actual de 86 y elogios por doquier a todas sus novedades en su llegada a la portátil de la Gran N.
La sensación al iniciar un Dragon Quest es siempre la de estar dando un primer paso en una aventura como pocas, en mundos inabarcables repletos de vida propia, mil cosas por hacer y lugares que conocer. Era la sensación que nos embargaba con Dragon Quest VII: Fragmentos de un mundo olvidado y la que promete brindarnos esta octava entrega.
Incluye, además muchos de los aciertos de la anterior revisión, como el guardado rápido o la opción de acelerar los combates para dotar de mayor dinamismo al juego, además de nuevos personajes que poder unir al grupo y la posibilidad de sacar fotos a nuestros compañeros durante nuestro periplo, aspectos todos ellos en los que iremos profundizando durante las muchas horas que nos esperan por delante. Un acompañante perfecto para el frio invierno que ya arrecia mientras desbaratamos los malvados planes de Dhoulmagus y su séquito del que pronto os traeremos su análisis.