Con el inminente lanzamiento de “El Despertar del Nigromante” los fans de Diablo 3 nos volvemos a situar en un momento similar a la época previa a la BlizzCON 2016, ¿Qué le deparará a continuación a la saga?
[ADVERTENCIA: Spoilers]
Como ya comentaba en un artículo a principios de mes, Blizzard no se olvidaba de Diablo 3. Tras 3 años sin una actualización grande (desde la expansión Reaper of Souls) y recibiendo con cierta regularidad actualizaciones gratuitas, la compañía californiana se tuvo que plantear el siguiente dilema: ¿Trabajamos en una nueva expansión, que nos llevará mucho tiempo de desarrollo, o desarrollamos un pequeño pack de contenido? La respuesta era bastante clara dado el reducido equipo que trabaja a día de hoy en la saga, y como mencioné en aquel artículo a todos nos hubiera gustado que se hubiera anunciado una expansión, pero de buen seguro tendríamos que esperar un montón de tiempo extra a estas alturas. Sea como sea, el Nigromante está a las puertas.
La comunidad de Diablo se sorprendía con el repentino anuncio de la fecha de lanzamiento de la nueva clase, pues apenas tiene builds viables y va a llegar a la versión en vivo con sólo una o dos construcciones capaces de colarse en el meta. Aun así, a nivel de estética y de jugabilidad pinta genial, y sin duda nos va a ofrecer muchas horas de diversión, ya sea con la campaña que superaremos por enésima vez o con el infinito modo aventura. Pero por suerte o por desgracia todavía no tendremos una temporada a la que dedicar nuestro tiempo, tendremos que esperar casi un mes para lanzarnos a competir y a obtener nuevas recompensas en la que ya será la número 11. Esto me lleva a pensar en ese tiempo de casi un mes en el que podremos jugar con el Nigromante pero todavía no habrá comenzado la temporada como una suerte de beta abierta de pago para el nuevo personaje. Esperemos comenzar la nueva temporada con una clase a la altura de las ya veteranas. Como sea, plantearnos qué va a ser de Diablo de cara al futuro es un tema sin duda complicado. Por un lado, pienso que Diablo 4 puede estar perfectamente en desarrollo, pues Blizzard reclutaba personal para la franquicia hace no mucho hablando de “nuevo proyecto de Diablo”. Pero también pienso que, de vender bien este pack titulado “El Despertar del Nigromante”, podríamos llegar a ver algo similar de cara al futuro.
Realmente que Blizzard continuase con esta política no me importaría. Le he metido cientos de horas al juego y hemos recibido montones de actualizaciones gratuitas como para que me importe gastarme 15€ en algo que sé que le voy a dar caña, amén de que pinta genial esta nueva clase. Gustosamente pagaría dentro de unos meses por la inclusión de las Amazonas o, quien sabe, de los Druidas. Además, esta actualización que acompaña al nigromante (2.6.0) también incluye nuevas zonas para el modo aventura, así que en cierto modo la historia continúa expandiéndose. Las nuevas zonas, por cierto, son las que quizá más se acercan a la tradicional estética gótica y macabra de los primeros Diablo, con ingentes cantidades de sangre brotando de estatuas y la presencia de torturas y violentos asesinatos, así que chapó por la dirección artística que está tomando recientemente la entrega, alejándola ya por mucho de aquel Diablo 3 arcoíris que tan objeto de críticas fue en su lanzamiento.
Con todo y pese a que me gustaría seguir viendo actualizaciones en el juego, pienso que también va siendo momento de dar un paso hacia delante, de llegar ya a la cuarta entrega. Una entrega que no comenta los errores originales de esta y parta de lo que ha logrado Diablo 3 con el tiempo: Ser divertido y ofrecer decenas de horas de vicio.
Creo que con Reaper of Souls se llevó a la saga argumentalmente a un punto muy interesante: Por un lado, la figura del antagonista: Malthael (que recientemente llegaba a Heroes of the Storm) que no era malo per sé. Malthael tenía la idea de aniquilar a los demonios, el problema con la ecuación surgía en el momento en el que los humanos (y los nephalem) son hijos de los demonios y de los ángeles, así que también nos quería matar a nosotros. Pero quitando esas pequeñeces, la saga demostraba que podía ir más allá de un mal intrínseco, y… por otro lado está el nephalem. Como veíamos en la cinemática final de Reaper of Souls, el nephalem es un héroe que se ha alzado sobre lo infernal y sobre lo angelical, es capaz de acabar con cualquier amenaza que se cierna sobre el mundo de Santuario, desde el demonio más poderoso hasta el ángel más corrupto.
Y… ¿Qué pasaría si un día el nephalem se volviera contra todo o considerado “bueno”? Es algo que en cierto modo se exploraba en Diablo 2, pues el antagonista era el protagonista de la primera entrega, pero sería increíble ver en Diablo 4 cómo podemos cargar contra todo lo establecido. Por dar un ejemplo, ver al nephalem derribar los Altos Cielos, acabar con los poblados de bárbaros del Monte Arreat… o mi sueño húmedo; matar a Tyrael.
Pues yo 15 euros por el nigromante… bufff. Soy muy de pagar cosas así que sé que me dan horas (de hecho soy de esos que compra expansiones de juegos antes de acabarmelos y que luego no les dedico ni una hora xD) pero 15 euros por un keko, duele un poco, la verdad. Muy de buenas me ha de pillar.
Sin embargo una 4 entrega o una expansión la vería encantadísimo… la historia del nephalem que comentas la veo más como actualización tocha con gameplay estilo seasons. Crear un pj de cero y que tengas que luchar contra alguno de tus mains.
Supongo que cualquiera que tenga metidas en el juegos decenas de horas con los diferentes personajes estará más en condiciones que yo de juzgar. Pero así a vote prono y viendo las primeras horas de juego, las habilidades molan mil.
Otra cosa es como tu dices si vale lo que vale. A fin de cuentas eso siempre se debería valorar en función de su uso y disfrute.
yo por lo poco que he jugado (ya tienes mi gameplay en el articulo) me ha encantado.