Crítica: Star Wars Los Últimos Jedi, puro cine palomitero

A Disney se le puede acusar de muchas cosas, pero una de ellas no es el no tratar con cariño a las IPs, tanto a las suyas propias como a las que adopta. Esto es aplicable tanto a Star Wars como a las películas de Marvel.

El Despertar de la Fuerza y Rogue One me gustaron, sobre todo la última. La figura del héroe anónimo y de su sacrificio por un bien mayor me pareció algo que la saga, siempre protagonizada por super poderosos caballeros, necesitaba. En Los Últimos Jedi se busca la jugada intermedia: combinar a los héroes, a las leyendas, con las caras nuevas.

El resultado, como comenta Jentrena, dista de la perfección (¿alguien, honestamente, la esperaba?), aunque a mi me ha parecido cine de palomitas de calidad, equiparable a la primera película de Los Vengadores y adoptando su tono coral. Sí, la tremenda atmósfera de Rogue One no aparece por ningún lado, pero Los Últimos Jedi son puro material de Star Wars.

Hay combates, hay épica y hay PLANAZOS (así, en mayúsculas). Pero también hay más subtramas y bromas de la cuenta que impiden que la cinta comunique un mensaje claro y conciso de cuál es su papel en la nueva trilogía.

En cualquier caso, el espectador medio que acuda al cine saldrá encantado tras más de 2 horas y media de metraje. Los que busquen trascendencia y profundidad imagino que estarán poniendo una estampita para que en el venidero Episodio IX o, más probablemente, en los próximos spin off, se recupere el tono de Rogue One.

Seguramente caiga algún visionado extra, aunque he de reconocer que tengo bastantes menos ganas que cuando acabé de ver El Despertar de la Fuerza o Rogue One.