Opinión: No te avergüences, déjame ser tu guía

Siempre se ha considerado al jugador hardcore como ese ser inmaculado de infinita sabiduría videojueguil. Ese ente capaz de completar los juegos con los ojos vendados con una mano mientras se hace un bocadillo con la otra, capaz de sacarle el máximo jugo a un videojuego con sus habilidades mecánicas.

Un estigma caduco

Y, por supuesto, solo. Un hardcore no necesita ayuda, eso es de casuals. Los juegos de un jugador son una experiencia única que solo te llegan sin conocer nada de lo que hacemos. Deleitarse en descubrir el mundo es una cosa, gozarte cada pequeño ápice de modelado, disfrutar de la historia más enrevesada del mundo que ni su creador es capaz de entenderla. Si no sientes eso, no mereces estar aquí.

Todo esto que he dicho antes es una falacia absoluta. Ninguna persona jamás podrá juzgar tu manera de jugar, no importa tu procedencia, tu género o tus gustos personales. Y, en este caso particular, no importa como juegues, como plantees la experiencia de juego porque, al final, es tu tiempo el que estas invirtiendo para disfrutar de un producto.

Muchas veces se considera el uso de guías casi un sacrilegio dentro del mundillo gamer, esa palabra que actualmente separa más que une y que lleva asociada una serie de valores que, con lo rápido que avanza la industria, es perjudicial. Existen muchísimos motivos para utilizar una guía, y quiero tratar de separarlos del conjunto.

Es peligroso ir solo, toma esto

Yo, debo reconocerlo, soy un usuario de guías. Me encanta dejarme llevar por una persona que ya ha experimentado y ha desmenuzado a conciencia todos los secretos del juego. ¿Por qué? Porque no tengo tiempo para hacerlo yo. El tiempo es el bien más preciado de este mundo, porque es el que lo mueve, y ya no tengo todo el que me gustaría.

Y se de lo que hablo porque escribo esto a la una de la madrugada. Hace años ya que no puedo tirarme más de tres horas seguidas de juego y en ocasiones especiales, araño el tiempo de mis horas de sueño. Por eso, si quiero disfrutar lo máximo posible de un juego, las guías son mis amigas más fieles.

Poder encontrar cada ítem, cada submisión de ese juego que llevaba tanto tiempo queriendo jugar, que me compré hace un casi un año y apenas he podido disfrutar (te miro a ti, Fire Emblem: Three Houses). Es maravilloso poder disfrutar de la experiencia completa solo deshaciéndome de ese prejuicio y lanzándome a la aventura de la mano de mi gurú digital.

Tu mejor amiga cuando tienes problemas

De la misma manera, pese a no tener tiempo, soy muy completista. Dejarme un monstruo para completar el bestiario es algo que me causa pavor, y en esta ocasión miro a Final Fantasy V. Si no hubiera usado una guía, jamás habría sabido que, en cierto momento, los enemigos de esa zona desaparecen para siempre y que, si no los derrotas en ese momento, jamás podrás hacerlo. Y me pasó que me dejé uno, porca miseria. Así que en mi segundo intento, la guía se quedo conmigo y, además, me ayudo a decrementar mi tiempo y a encontrar secretos que jamás me habría planteado.

Todo esto es desde mi perspectiva personal, pero existen más puntos de vista. Las habilidades como jugador no son las mismas para todos, ya sea por el motivo que sea, y aun así todo el mundo tiene derecho a jugar a todo. Si te atascas, usa una guía. Si quieres sacarte la máxima puntuación de un mapa de un juego, ahí tiene la guía. Que quieres conseguir ese final tan obtuso de ese videojuego que amas y no sabes cómo se hace… ¿he dicho ya que cojas una guía?

Manuales, guías y demás ayudantes fantásticos

Y no solo para eso. Guías de estrategia, manuales de juego, tácticas de combate, instrucciones de batalla, libro de secretos, etcétera, etcétera, etcétera. Todo esto forma parte del ecosistema de ayudas de juego trasversales, incluso las flechas dentro de los videojuegos, las baldosas amarillas y demás parafernalias no son más que otra forma de guías.

Así que ya sabéis: si alguien alguna vez os menosprecia por el uso de guías, pasadle este artículo, dialogad con esa persona e intentad que cambie de opinión. Y si no, coged una guía y dadle un calvote con ella, para que vea la utilidad que tienen nuestras mejores compañeras en los mundos virtuales.

  1. Buena entrada, la suscribo casi al 100%.
    Y digo «casi» porque sólo no estoy de acuerdo en un punto: guías, sí, todas las que hagan falta y en cualquier formato (papel, digital, vídeo…)
    Pero «guías sí» sólo después de haber dado una primera vuelta al juego, al que sea.
    Te lo dice un veterano de más de 35 años en este mundillo, uso guías y no se me caen los anillos por reconocerlo. Soy completista y «trofeísta» y no por usarlas me considero ni más ni menos «hardcore». De hecho, ese es un término que me la trae bastante al pairo y que daría para otro debate.
    Pero creo que el juego te ha de atrapar, sorprender, darte una vuelta por él. Y esa primera vuelta ha de ser virgen, tal cual, que el juego te lleve, que compartas impresiones con otros colegas del mundillo, que tomes, que dejes, que avances, que te atasques… sin guías.
    A partir de ahí, si el juego te ha atrapado, fúndelo, no dejes un palmo sin revisar, encuentra el modo de fabricar el arma más chetada que nunca conseguiste y ni tan siquiera sabías que existía, consigue el último colecionable, el final alternativo, lo que sea. Y entonces sí, déjate guiar sin ningún tipo de vergüenza.

  2. A mi usar guías me parece casi obligatorio muchas veces, o eso o te quedas bloqueado. Las he usado con los últimos Zelda o Luigi, la alternativa era abandonarlos. El problema no es usar la guía. El problema es el diseño que hace que te atasques.

    • Hombre, eso de la obligatoriedad me parece muy relativo, eso es ya el enfoque, la paciencia y la «cultura del esfuerzo» que tenga cada uno.
      Si te cuento las horas que pasé delante del piano del primer Silent Hill, buscando secretos en los pasillos de Doom o Castlevania, atascado en Half-Life por no saber por dónde tirar… O, por no ir más lejos, intentando entender y descifrar los puzzles de The Witness.
      Pienso que eso (el esfuerzo, el «atasque», el bloqueo…) no deja de ser también parte del juego.
      Irte a dormir después de horas y horas jugando sin resolverlo y seguir dándole vueltas al asunto, seguir al día siguiente con la cabeza en ello en clase, en el trabajo… Y cuando se te enciende la luz y das con la solución, joder, no me digas que no hay nada que sea más gratificante que eso!!!

      • Me parece maravilloso poder estar «horas y horas» peleándote, intentando meterte en la cabeza del diseñador, recorriendo una y mil veces un escenario.

        En mi caso mis sesiones de juego son de media hora o de 1 hora máximo, y eso cuando encuentro tiempo para jugar.

        • Lo mismo. Creo que paso más tiempo leyendo o viendo vídeos cortos sobre videojuegos que jugando realmente 🤔

  3. Opino igual que algunos. La primera vez entre menos uno sepa, mejor, por aquello del factor sorpresa. Ya para conseguir todos los coleccionables o si se presenta algún atasco, la guía es una gran amiga.

  4. Yo no soy de usar guías pero tampoco soy masoquista. Suelo jugar en el modo más difícil los shooters y cualquier título que lo permita, pero cuando me falta algún coleccionable y pasan un par de días tiro de guía.

    Me encanta perderme por los juegos tochos y explorar (soy bastante enreda, jaja), y amo las aventuras gráficas; pero en éstas ya me he tirado alguna vez varios días atascado en un puzle cabrón (o sin sentido, ola Mundodisco ke ase) y no tengo problema en usar guías cuando pasado un tiempo rozo la desesperación por muy hardgamer que sea de siempre.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

18 − diecisiete =