La Realidad Virtual consiguió hace mucho engañar al cerebro humano, y hacerle creer, por ejemplo, que uno estaba subido encima de una montaña rusa cuando ni siquiera había salido de su casa – guiño guiño.
Van cayendo barreras
Uno de los primeros shocks que tuve con Oculus Quest fue la libertad en la que se traduce que no tenga cables, comparada con mi experencia previa con PSVR. Es que no tiene ningún cable, ni en el visor ni en los controladores, y eso permite la posibilidad de moverse con libertad por la sala más grande de tu casa, sin necesitar que el PC o la consola esté cerca.
Esto, combinado con virguerías técnicas como los juegos que se han atrevido a simular cosas como el ping pong, hace que la Realidad Virtual esté consiguiendo derribar barreras a pasos agigantados, a pesar de que sigue sin ser un medio mainstream, quizá por los prejuicios de los jugadores tradicionales.
El boxeo más gratificante de la historia
Quien más quien menos ha jugado a algún juego de boxeo. Ya sea Punch-Out!! o Final Blow (James Buster Douglas en estos lares), los he disfrutado como el que más. Pero nunca le había dado a algo remotamente parecido a este The Thrill of the Fight (Ian Fitz, 2019), una de las mejores experiencias, a secas, que he tenido en Oculus Quest. Y ya son unas cuantas. Por cierto, está creado por una única persona, Ian Fitz. Impresionante. Para conocer un poco más al creador puedes leer esta entrevista.
Conclusión
The Thrill of the Fight, como juego de boxeo, es una barbaridad. Tanto las posibilidad de entrenamiento freestyle como la inmersión de los combates son una burrada. Se echa en falta, sobre todo, entrenamientos guiados, consejos del entrenador y, ya por bordarlo, opciones de personalización, rollo ir cambiando de guantes o que te rodeen unos gangsters al hacer la entrada al cuadrilátero. Yo qué sé, pedir es gratis.
Y The Thrill of the Fight no es gratis, PERO CASI. Serán los 10€ mejor invertidos de tu cuarentena, salvo que se conjuguen los astros y puedas comprar masa fresca de pizza en una tienda online. Sirve para repartir algunas de las hostias más gratificantes que he podido dar en videojuego alguno y también para quemar algunas calorías, aunque esto es un efecto colateral y no lo buscaba en absoluto; eso sí, hace que entiendas lo importante del cardio en las peleas profesionales: ir a lo loco no sirve de casi nada aparte de ahogarte a los 10 segundos.
Me falta por probar…el Knockout lesgue no me ha gustado demasiado pero deberías probar el Creed si todavía no lo has hecho que está también en Quest, algo más caro eso si.
Me han dicho que el Creed es bastante arcade, no?
no he probado este, pero comparado con el knockout el creed es simulador puro. Tiene mucho de arcade si, pero es bastante técnico y los combates y minijuegos de entrenamiento molan mucho, es de verdad un juegazo de boxeo y a falta de probar este me quedo con Creed como juego deportivo de VR.
Buf, no sé cómo será Creed, pero este lo único que falta es que te salga sangre a ti xD