Half-Life Alyx: La vuelta de Valve y la esperanza de la realidad virtual

Se comenta que la realidad virtual convive con el mal fario: precio de visores y equipos para hacerlo funcionar y lanzamientos de hardware y software accidentados. Una serie de catastróficas desdichas que casi siempre se convierten en un traspié más dentro de estas verdades, medias certezas y absolutas mentiras. El lanzamiento de Half-Life Alyx no podía ser la excepción y para variar se enfrentará a todo lo mencionado y más. El Sars-Cov 2.0 es el enemigo a batir por todos y esto ha afectado también a la industria del videojuego con la falta de visores debido al cierre de las fábricas de todo el mundo. Pero no todo son malas noticias para el regreso más esperado de la franquicia reina de Valve y vamos a comentarlo para alegrarnos un poco este mal momento que todos estamos pasando en plena cuarentena y, de paso, intentar subir el hype a todos los que esperan el juego.

La luz al final del túnel

Es verdad que en Valve ya no están los grandes talentos que hicieron grandes a sus títulos y sobre todo a sus guiones. Jay Pinkerton, Mark Laidlaw y Chet Faliszek eran pilares fundamentales dentro de la compañía, tanto en Half-Life como en la saga Portal, y ya no están. Pero como he dicho no todo son noticias negativas y Erik Wolpaw, que también salió de la compañía en 2017, volvió a principio del año pasado seguramente para apuntalar este regreso. para acabar de redondear la jugada, Valve hizo un movimiento excelente comprando a Campo Santo, el estudio que parió y se coronó con Firewatch. Este movimiento hace que estemos tranquilos y confiemos en que Alyx vaya a tener un guión y una narrativa a la altura de las expectativas, aunque esto haya significado el retraso para In the Valley of Gods.

Vamos a seguir en el camino del positivismo y, como siempre que se cierra una puerta se abre otra, puede que esta cuarentena le salga bien a Valve a la hora de vender copias. Me explico: es verdad que no se han podido fabricar visores y que el parque de usuarios en el último mes antes del lanzamiento lamentablemente no ha podido aumentar debido a la situación actual que vivimos, pero, por contra, seguramente todos los usuarios de visores, sea cual sea la marca -recordemos que Half-Life Alyx se puede disfrutar en cualquier visor del mercado- seguramente vayan a comprar una copia del juego. Total, estamos todos en casa y la distribución es únicamente en formato digital a través de Steam. Esto es un hecho que indudablemente puede y va a impulsar las ventas.

Half-Life sinónimo de innovación

Valve siempre lo ha tenido claro con la saga Half-Life y siempre nos dijeron que sin revolución e innovación la saga no continuaría. Por eso, fue al entrar en el desarrollo de proyectos para realidad virtual donde en la compañía se dieron cuenta de que ahora era el momento, que esa era la tecnología que haría que Half-Life volviera a la palestra de nuevo para dar una vuelta de tuerca a las posibilidades que ofrece. Si en el primer Half-Life revolucionaron la narrativa a la hora de contar historias, eliminaron las cinemáticas y convirtieron la defensa en la mecánica principal y en la segunda parte continuaron por este camino sumandole además hicieron de su propio motor gráfico y de físicas, un carnaval de nuevas posibilidades mecánicas e innovaciones jamás vistas hasta la fecha.

Gabe Newell advirtió ya hace un tiempo que la vuelta de la saga era únicamente posible gracias a la realidad virtual y que en el juego todo se debía poder tocar, todos los objetos deberían ser interactuables a las manos del jugador y eso, señores, solo es posible con la tecnología VR. Lo vimos en el primer tráiler y se confirmó en los gameplays que vimos hace unas semanas.

Ya quedan pocos días para el lanzamiento y no puedo esperar a ponerme mis Oculus Rift S para disfrutar de este esperado regreso y disfrutar de las más de quince horas de duración que prometen desde Valve. El 23 de marzo será el día y las cartas están sobre la mesa. Si Alyx llega a ser para la realidad virtual lo que Half-Life 2 a los juegos en primera persona y conserva esa maravillosa narrativa tendremos una doble victoria: La vuelta a lo grande de Valve y la expansión de la realidad virtual. Y eso sí sería una gran alegría para abstraernos de este maldito virus. Si hay que quedarse en casa, mejor con Half-Life Alyx.

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