Vanillaware se pone (más) ambiciosa con Unicorn Overlord

Por fin llega el nuevo y esperado título de Vanillaware después de esa maravilla que resultó ser 13 Sentinels: el increible Unicorn Overlord. Alejándose de la estética japonesa moderna y los mechas, el estudio vuelve a sus raíces mágico-medievales alejándose de la alta carga narrativa para centrarse en gestionar personajes y batallar para recuperar nuestro reino. 

Regreso a la fantasía medieval

La verdad es que yo fui de esos donde, a partir de quedar maravillado con el citado 13 Sentinels: Aegis Rim, me dispuse a jugar a la mayoría de juegos de Vanillaware que tenía a mi alcance. Unos me gustaron, como Odin Sphere, y de otros esperaba más como me pasó con de Dragon’s Crown. El caso es que no ha sido hasta terminar Unicorn Overlord cuando por fin me he encontrado con un rival dentro del estudio que esté por lo menos a la misma altura que esa citada ópera de ciencia ficción de los quinceañeros con mechas.

Pero aún así me ha costado pillarle el punto en todos sus aspectos durante gran parte de la aventura. Unas por preferencias personales, como ver con cierta decepción que el estudio de George Kamitani ha vuelto a retomar dicho estilo medieval, quizá algo trillado a estas alturas, cuando con 13 Sentinels podrían haber seguido con esa estética que, a mi parecer, me parece más atractiva. Y otro elemento que me ha parecido un bajón considerable con respecto a su anterior juego del que creo que todo el mundo estará de acuerdo. Me refiero a que la historia de Unicorn Overlord no deja de ser un cliché detrás de otro dentro de lo que es el mundo de la fantasía medieval.

Más allá de una historia tópica

No hay más que ver que el planteamiento narrativo es ser testigos de cómo nuestro protagonista, un joven principe llamado Alain, se exilia forzadamente de su país cuando este está siendo invadido por el ejército rival de Zenoira. Dicha retirada del citado personaje de la realeza es en parte para que los pocos vasallos que salieron airosos junto a él le puedan adiestrar en el combate, con la esperanza de que en un futuro se lance un contraataque para liberar los territorios ocupados. Algo que al poco de empezar ya ocurre al formarse así el Ejercito de Liberación después de unos hechos desencadenantes.

Aún así esta premisa tan básica realmente se entiende cuando uno se da cuenta de que sirve como excusa para que exista la posibilidad de explorar el vasto mapamundi del juego (una novedad en Vanillaware) con casi total libertad. De hecho hasta es posible ir hacia la batalla final desde casi el principio, pero lo suyo es ir liberando cada punto del mapa de los enemigos y así recuperando la confianza del puebli. Por cierto, durante estas caminatas es donde aceptaremos misiones secundarias o principales, donde se nos irán uniendo numerosos personajes de todo tipo para ayudarnos a nuestra misión.

Organizando a nuestras tropas…

Eso sí, este planteamiento simple no se aplica a lo que es el corazón de Unicorn Overlord, de hecho llega a ser muy abrumador en su mayoría. Me vengo a referir a todo lo relacionado con la gestión de personajes y las batallas. Aunque al final es el típico caso de que hasta que no pones en práctica lo que te enseñan no te enteras, lo cierto es que en gran medida uno se satura en muchas ocasiones por los numerosos tutoriales y posibilidades que hay al principio. Pero ya dicho, esa sensación que desvanece temporalmente cuando nos metemos en faena.

Y es que realmente estamos ante una especie de tower defense/attack, donde movemos a nuestras tropas en tiempo real por el punto del mapa donde nos encontremos en conflicto. Ahí cuando una de nuestras formaciones haga contacto con un grupo enemigo empieza una breve secuencia automática (que podemos saltar) que nos muestra los eventos del combate. Unas batallas que, por cierto, son automáticas y se basan no solo en los niveles de personaje o aprovechar fortalezas y debilidades, sino también en las sinergias de los componentes de cada grupo. En fin, bastante simple a priori ya que durante el primer tercio de la aventura podemos simplemente salir exitosos de estos eventos poniendo a todos nuestros escuadrones en el mapa sin más, teniendo solamente en cuenta que desplegarlos cuesta puntos de energia que se van recargando a medida que luchamos. 

…para salir airosos de las numerosas batallas.

Pero cuando la aventura avanza la cosa ya no es tan sencilla, ya que hay que tener en cuenta dos aspectos. Uno es que hay tiempo límite en cada combate, lo cual a medida que aumenta la dificultad nos tocará medir mejor nuestros movimientos. Y el otro es que habrá un punto donde nos daremos cuenta de que no solo nos tocará atacar y conquistar puntos del mapa, sino también defender nuestras posiciones. Ahí es cuando deberemos pasar un buen tiempo en el menú para crear grupos de combatientes que realmente se compenetren bien, por ejemplo que curen al frente formado por tanques o suplan las debilidades ante el enemido tanto como sea posible. Aquí ya es cuando uno se da cuenta de que la preparación antes de las batallas es realmente lo importante en Unicorn Overlord. 

Lo curioso es que al principio apenas tocas este apartado, pero a medida que avanza la aventura y se unen unidades, lo cierto es tocará pasar mucho tiempo en los menús para maximizar la compatibilidad entre clases y personajes. Esto último en parte es porque podemos profundizar nuestras relaciones con todos y cada uno de ellos. De hecho hasta nos podemos casar y sí, a mucha gente esto le recordará a juegos como Fire Emblem no sin razón. Mencionar que hay unos 70 personajes reclutables, algunos de los cuales estarán disponibles de forma limitada. Añadid que hay unas 60 clases disponibles, con sus propias armas y habilidades únicas y ya podéis haceros una idea de lo complejo que es toda esta tarea de administrar a nuestros escuadrones. Por cierto, en batalla el número máximo que podemos utilizar son una decena de estos y con 5 personajes por batallón. Casi nada. 

A pesar de algunas licencias (como se puede ver en la imagen), el juego está bien traducido a nuestro idioma.

Vanillaware lo vuelve a hacer

Por todo lo mencionado, no es baladí proclamar que Unicorn Overlord es el juego más completo y ambicioso del estudio. Añadiendo que todo rezuma al buen hacer de las producciones de Vanillaware, como el nivel sublime que consiguen en el apartado artístico y sonoro, además de que mantiene el interés en todas las decenas de horas que puede durar el juego entre misiones secundarias, la aventura en sí y la exploración. Si bien es cierto que hay que invertir bastante tiempo y poner mucho interés de nuestra parte para aprovechar sus mecánicas. Pero la recompensa, que no deja de ser adentrarse en este bonito y onírico mundo de fantasía donde nuestro mayor cometido es aprenderse bien las cartas que nos ofrece Vanillaware, vale mucho la pena [90].

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