Como bien decía el otro día Omar en el podcast de Anait, el Game Pass ha conseguido algo brutal: que todos los colegas tengan un buen número de juegos multijugador comunes a los que echar mano.
Un buffet degustación instantáneo
Como parte de esa oferta hay auténticos juegazos multijugador, entre ellos uno al que ayer y hoy he dado con la familia y colegas a 4 bandas: Gears of War 5 (aquí el análisis de Mau). Reconozco que a los últimos Gears no les he prestado mucha atención, y a este mismo Gears 5 no me lo he pasado en su modo historia.
Pero el echar unas partidas en multijugador al juego de The Coalition es un auténtico vicio. Ayer nos dieron las 2 de la mañana echando Hordas y fue un auténtico enganche, nos tuvimos casi que obligar a dejar de jugar. 28 oleadas seguidas en las que las risas y los piques se sucedieron durante 3 horas de desfase jugable. Hoy acabamos a las 2.30 pasadas e hicimos otras tantas oleadas. Es más, hasta me quedé a un par de oleadas yo solo cuando todos se fueron a planchar la oreja. Adicción es poco.
Aún más espectáculo en Series X
Gears of War 5 en Series X viene con tremendas mejoras visuales. Incluye los acabados de la versión de PC en Ultra, las texturas HD en Ultra, funciona a 4K 60fps, cinemáticas incluídas y en el multijugador versus llega hasta los 120fps. Impresionante es poco. Lo cierto es que visualmente parece un juego Next-Gen, a pesar de que ya lleve con nosotros un tiempo.
Así, para los que salten a Series X y no quieran pasar por caja para comprarse algo como NBA 2K21, Gears of War 5 es una gran opción para flipar con los gráficos que el músculo de la nueva consola de Xbox es capaz de gestionar.
Tras Resident Evil 2 y Mafia, este Gears 5 sería al que seguramente daría caña si volviera a los mandos… juas.