Nintendo Revolution: Un nuevo principio

Dirigir a una orquesta. Iluminar las esquinas más oscuras de un tenebroso pasillo. Cortar verdura. Tocar la batería. Esos son algunos de los usos que se podrán dar al mando con detector de movimiento de la próxima consola de sobremesa de Nintendo. Como poco, original. ¿Revolución del mercado o suicidio comercial?

Ver el video promocional de la Revolution – recientemente rebautizada como Wii– hecho público durante el pasado TGS y alucinar es todo uno. Quien lleve tiempo ya en esto de los videojuegos sabe que Nintendo es de las que mueren con las botas puestas. Pero la agonía de la Gran N parece que va a ser larga, porque Revolution puede ser algo grande… O morir en el olvido.

La sombra de Playstation es alargada, y el hecho de que en la cada vez más cercana nueva generación Xbox vaya a ser la primera máquina en ser puesta a la venta, hacen que el panorama en el que Revolution será lanzada a la venta no sea el más alentador posible para Nintendo. Está claro que, en principio, el innovador sistema de control con el que se ha provisto la máquina le otorga un interés especial, pero el mercado manda, y pensar que una consola tan innovadora puede llegar a coparlo cuando en la actualidad los juegos más exitosos siguen siendo bastante tradicionales quizá es algo utópico.

Eso sí, yo tengo claro que la Revolution ha sido la única consola que, aún sin ver ni una sola pantalla ingame, ha conseguido cautivarme y hacer renacer en mi mente de jugador el deseo de hacerme con ella.¿El público potencial? Todo. Desde el que está cansado de infinidad de remakes y vueltas a lo mismo una y otra vez, hasta aquellos que no se han acercado en exceso al mundo de los videojuegos y puedan sentirse atraídos por la original propuesta de la compañía de Mario.

Y es que Revolution parece, a priori, algo diferente a todo lo visto hasta el momento, más cercano al concepto de máquina arcade que al de consola de sobremesa. El nombre de Revolution no podría ser más acertado, aunque sólo el tiempo dirá qué porcentaje de juegos de la consola de Nintendo utilizarán el sistema de control basado en el movimiento y en qué medida. Esperemos que las Third Parties se den cuenta que el escenario de esta generación es más variopinto que nunca, y que a pesar de que Microsoft y Sony han decidido apostar, por lo menos en teoría, en ver quién tiene más músculos, Revolution y su alegato «Ésa no es mi guerra» puede mantenerse aparte de los lanzamientos multiplataforma masivos.

¿Qué puede provocar ésto? El marco menos malo quizá sería que tan sólo Nintendo y unas compañías seleccionadas al dedillo se embarcaran de lleno en aprovechar al máximo las características del nuevo soporte. Pero como la compañías no venden precisamente la imagen de que están por la labor de invertir en el know how necesario para aprovechar al máximo la potencia de las máquinas para las cuales desarrollan – salvo honrosas excepciones, como Namco -, es cuanto menos dudoso que estén interesadas en replantearse el mismo estilo de juego y utilizar un dispositivo de control que es totalmente diferente a lo establecido hasta el momento.

Aquí es donde entramos nosotros, los jugadores. Un masivo recibimiento a Revolution provocaría sin duda que las compañías vieran clara la oportunidad de negocio. Y aunque sólo lo hicieran para ganar dinero, apoyarían a la máquina de Nintendo con una avalancha de juegos. Así que ya sabéis. Si queréis que la Industria evolucione hacia un sentido, sed los primeros en tiraros de cabeza, arriesgad los pocos euros que tengáis en vuestro cerdito hucha y haced ver a las grandes empresas cuáles son vuestros gustos. Sean los que sean.