Cuando veáis el siguiente vídeo directamente no vais a creer lo que ven vuestros ojos. Una partida de ping pong en la que el iPad ejerce de mesa y los iPhone o iPod Touch son las palas con las que se golpea la virtual bolita. Además permite escuchar la música del iPod mientras juegas, los dispositivos se interconectan por bluetooth y si pensáis que sólo detecta el movimiento y ya estáis equivocados. Identifica el giro de la pelota y permite súper golpes como en un partido de Campeones. Si queréis más información aquí está su web oficial y deciros que podéis adquirir las palas gratis en la iTunes Store, pero la mesa os costará cinco pavos.
mmmm y como saben los jugadores don de va la bola y cunado ha de darle, en teroria, mas bien parece que da igual donde te pongas y aque siempre aciertas
Me has quitado la palabras de la boca. Sólo ves a dos tipos en plan Kinect, moviendose espásmódicámente. No creo ni que puedan ver la pantalla del iPad desde donde estan. Chorrada de video.
XDDDDDDDDDDD
madre mia..
yo también lo iba a decir no sabes donde darle y funciona le des donde le des y ademas te compras una mesa de pin pon o 3 con lo que valen los 3 cacharros y si te quieres pillar un pin pon portátil te pillas ese que sacaron de decathlon
Aparte de lo de que «te imaginas» por donde viene la bola, y que una mesa de ping-pong salga más barata… Los iPhone no pasan de la 2º partida, alguno sale volando xD
es solo a mi el que le parece esto una autentica mierda
Pues si, es una mierda como la copa de un pino… si tienes que poner un proyector de 100″ tumbado, …. te compras directamente la mesa de pingpong y terminas antes, total va a ocupar lo mismo, y te sale mas barato. Eso si, los tios ya han tenido sus 5 minutos de gloria.
A mi sinceramente me parecen los dos tontos del pueblo… jugando al tenis, ping-pong, paddle «virtual» haciendo ejercicio real… No lo entiendo, de verdad que no…
Todo el video es un sin sentido… la utilidad real del juego esta justo al final (se podrian haber ahorrado el resto)… pero vamos, que este es el claro ejemplo de cuando algo virtual es mas caro que su homonimo real.