Una excelente aventura espacial llamada Prey

Arkane Studios tomó el testigo dejado por Human Head después de la cancelación de Prey 2 y decidió reiniciar todo el proyecto. De esa manera el juego estilo policía espacial desapareció para entregarnos algo más sombrío y desolador. Esta es la historia de Morgan Yu a bordo de la nave espacial Talos I. Esto es el nuevo Prey.

Prey

Solo tu puedes salvar el mundo… o destruirlo

Fue en el E3 del año 2016 cuando Prey fue presentado en sociedad. Inicialmente vimos a un sujeto levantarse, mirarse al espejo y revisarse los ojos, uno de los cuales se iban tornando más rojo cada vez que repetía el proceso. Aquel sujeto era Morgan Yu, el protagonista de este nuevo Prey.

Durante los primeros minutos del juego descubrimos que Morgan, un reconocido neurocientífico, ha decido formar parte de los experimentos que se realizan en la Talos I, lo que le ha llevado a perder la memoria de manera parcial. Así que durante los primeros minutos del título nos enfrentamos a una amenaza extraterrestre llamada Tifón, sin saber mucho el motivo.

Unos minutos después conoceremos a January (Enero en inglés), una máquina modificada por el propio Morgan que contiene sus recuerdos y también algunas advertencias que el mismo protagonista ha decidido dejar a modo de recordatorio, ya que él mismo conocía los riesgos de los experimentos.

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El otro personaje en cuestión es Alex Yu, hermano de Morgan, el cual pone sobre la mesa dos opciones trascendentales para el protagonista. Destruir la estación espacial junto con los extraterrestres y el resultado de las investigaciones – cosa que es lo que no Alex quiere – o repeler la amenaza y salvar la estación Talos I.

Una historia repleta de intriga y suspenso

Con esa premisa en mente, Prey nos pone en una situación bastante complicada, ya que es difícil saber si January o Alex están diciendo la verdad. Eso sumado a la cantidad de audios y documentos que encontramos alrededor de la nave, el predicamento ya la decisión de que camino a seguir se complica aún mas.

Uno de los pilares más sólidos de Prey es definitivamente su historia, la cual inicia muy fuerte, entregándonos bastantes situaciones novedosas y tensionantes, sin embargo, el estilo de juego que ofrece el título -el cual explicaré más adelante- también ayuda a que esa misión principal pierda bastante impulso y solamente lo vuelve a recuperar hasta los momentos finales del juego.

Supongo que la persona que simplemente se dedique a completar la historia principal, dejando de lado la gran cantidad de misiones secundarias, no va a sentir tanto esos altibajos. Pero, esto no significa que la historia sea mala y mucho menos su final, el cual cuenta con una marca ya registrada de la casa, debemos tomar una decisión que altera esta última secuencia y que también determina que tan buenos o malos somos.

No hay historia sin ambientación

Si uno de los elementos más fuertes de Prey es su historia, pues esta se complementa de excelente manera con su ambientación, tanto a nivel de escenario como de sonido. La Talos I es una nave enorme, llena de misterios y con un nivel de detalle espectacular, la cual se encuentra disponible para ser recorrida en su totalidad desde el primer momento de esta aventura.

Dicho espacio tan amplio se complementa con un apartado sonoro bastante adecuado. De fondo siempre vamos a escuchar goteras, tubos cayendo, enemigos hablando, maquinaria en funcionamiento, robots realizando sus labores y demás elementos que le dan bastante “vida” a la estación espacial.

Prey

Pongo entre comillas la palabra vida porque la Talos I ya ha sido atacada por los extraterrestres Tifón al momento de iniciar el juego. Es una situación similar a la de Rapture en Bioshock, una gran ciudad, la cual conocemos en su peor momento. Siendo así las cosas, no todo está en orden, bastantes tripulantes han sido asesinados o decidieron liberarse de su sufrimiento. Aunque si existen sobrevivientes, estos los podremos encontrar muy adelante en la historia.

Esa situación tan desoladora, con una nave espacial siendo arrasada por extraterrestres y con esa sensación de no saber qué sucede, llega a generar incluso una tensión constante a medida que se va avanzando, ya que no se sabe con que nos podremos topar a la vuelta de la esquina.

Juega y construye a tu manera

Prey se puede definir fácilmente en una sola palabra, libertad. Desde el primer momento tenemos acceso a toda la Talos I y nosotros decidimos como queremos abordar las misiones, ya sea de frente contra los enemigos, haciendo uso de los elementos de la nave u optando por el sigilo, aunque este último me parece que es uno de los puntos flojos del juego, ya que no te brinda la posibilidad de acabar con los enemigos de forma sigilosa, obligando siempre al ataque frontal una vez te los encuentras.

Prey

La maquina constructora permite crear objetos de los cuales tenemos los planos

El tener la nave a disposición desde el principio me parece bastante acertado. El juego no te penaliza por no llevar un orden, aunque sí se ve afectado un poco a nivel de historia. Para poner un ejemplo, la primera vez que me enfrenté a un enemigo llamado Pesadilla al parecer no fue el primer encuentro oficial, no fue sino hasta mi segundo encuentro con dicho enemigo que me informaron de que se trataba y que debía hacer.

Pero no solo es el hecho de poder viajar a lo largo y ancho de la Talos I a nuestro gusto, sino también la posibilidad de construir nuestros propios elementos, ya sean armas, municiones, granadas e incluso neuromods. Estos últimos son los causantes de la amnesia de Morgan Yu, pero también los responsables de darnos habilidades, ya sean humanas o extraterrestres.

De esta manera nuestro personaje y la forma de jugar van evolucionando según nuestros gustos. ¿Estás interesado en conseguir toda la información que se encuentra en la nave?, pues entonces enfatiza tus mejoras en hackeo, transformación y fuerza. ¿Lo tuyo son las armas y la acción?, entonces querrás mejorar todo lo relacionado con la mejora de armas y la reparación de torretas.

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Algo que me llamó mucho la atención es que Prey no tiene alguien que te venda armas o munición y tampoco te ofrece puntos de experiencia por completar las misiones. Todo se termina haciendo por gusto, por querer conocer las misterios de la Talos I y también para estar siempre preparado cuando se presenta algún extraterrestre Tifón.

Los Tifón, una amenaza variada

Los extraterrestres Tifón son el motivo por el cual estamos metidos en esta situación. No solo porque están invadiendo la nave, sino porque fueron utilizados a modo de experimento para crear neuromods. Esto último podría ser el motivo por el cual están tan cabreados.

Dentro del abanico de opciones que presenta Prey, me parece que los enemigos más agobiantes son los miméticos, los cuales se pueden transformar en cualquier objeto, incluso armas o medicina y te obligan a estar alerta todo el tiempo. Al final se genera un especie de paranoia al no saber si una simple taza es o no inofensiva.

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Otro Tifón que me llamó mucho la atención fueron los fantasmas y sus variaciones: fuego, etéreo y eléctrico, los cuales toman forma humana e incluso conservan parte de la conciencia de la persona que han tomado como huésped. Enfrentarlos me parece lo más divertido del título.

Otro tipo de enemigos que presenta Prey y de los cuales no me voy a extender mucho son: el tejedor, los nidos de cistoides, el poltergeist y la pesadilla. Este último aparece de un momento a otro y tenemos dos minutos para derrotarlo o escapar, aunque creo que presenta fallos, ya que en algunos casos nos indican que ha aparecido, pero no se encuentra por ningun lado, asi que solo queda esperar que se consuma el tiempo.

Los Tifón son enemigos inteligentes y muchos de ellos difíciles de derrotar, pero normalmente aparecen de a uno o un solo tipo a la vez. El máximo número de miméticos que enfrenté al tiempo fueron cinco (5) y en otra ocasión tres (3) fantasmas, de resto siempre es uno a la vez. A lo mejor haberlo juego en dificultad normal tuvo algo que ver, pero me parece que hubiera sido mejor poder enfrentar a varios al tiempo.

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Prey ofrece armas para toda ocasión

No nos vamos a enfrentar a los Tifón solo con nuestras manos. Prey ofrece una gran variedad de armas, algunas clásicas como la pistola o la escopeta, y otras más interesantes como el rayo Q, la granada recicladora o el cañón GLOO.

Este último se lleva las palmas, ya que es indispensable tanto para recorrer los escenarios como derrotar enemigos. El cañón GLOO permite crear muros de escalada, tapar fugas de gas y ralentizar enemigos. De hecho lo más común es disparar unas cuantas capsulas de GLOO a un Tifón y luego matarlo con cualquier otro tipo de arma. Las combinaciones están a la orden del día y de hecho el juego nos invita mezclar diferentes ataques.

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La jugabilidad de Prey es una mezcla de todo un poco

Ya hablamos de la historia, los escenarios, los enemigos y las armas, pero lo que a mí más me gustó de Prey fue la mezcla de estilos y la referencia a varios títulos, algo que desde su anuncio siempre estuvo en boca de todos.

Según Arkane, la base del juego es System Shock. Yo nunca lo he jugado, así que el título lo asemejo más a Deus Ex. El estar recogiendo objetos, leyendo correos, escuchando cintas y con acercamientos de acción y sigilo siempre me recordaron a las últimas entregas del juego de Eidos. El único pero que tengo aquí es con el juego de hackeo, el cual me pareció muy simple y falto de personalidad.

Otra de las referencias claras es Bioshock. La ambientación, algunos personajes e incluso las sensaciones que emite el juego, me llevaron a recordar los días en los cuales me sentaba a jugar la primera aventura de Irrational en Rapture.

Prey

Dishonored también es una referencia bastante marcada dentro del juego, simplemente con ver a Morgan convertirse en cualquier objeto, trae de inmediato a la mente el poder de transformación de Emily Kaldwin. La estructura del juego también está muy enmarcada en ese estilo, lo que a mi parecer es bastante acertado.

Puede que existan otras referencias, pero para mi estas fueron las más importantes y que saltaron más a mi vista. Pero lo mejor de todo es que Prey logra tomar varios elementos de otros juegos y amalgamarlos de tal manera que funcionen todos de forma coherente.

De igual manera estas referencias sirvieron como base para determinar la duración del título. Prey dura aproximadamente 12 horas solo en su campaña principal. Yo me llevé más o menos 20 horas y dejando de lado varias misiones secundarias. Así que tiempo para entretenerse hay de sobra.

Prey

Conclusión

En un año 2017 repleto de buenos juegos Prey levanta la mano como uno de los indispensables y también como un serio candidato a juego del año. Una historia llena de misterio, acompañada de un escenario majestuoso como es la Talos I y con enemigos tan versátiles como los Tifón.

Todo esto adornado con una jugabilidad que a pesar de beber de varias fuentes, las integra de tal manera que todas funcionan de forma coherente y sobretodo entretenida. Pequeños problemas como los tiempos de carga, la falta de varios enemigos en pantalla y algunos altibajos en la historia no demeritan a un título que cumplió con las expectativas y que demuestra la evolución de Arkane Studios al momento de hacer juegos. [93]

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