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Análisis DriveClub

Driveclub

DriveClub es el título estrella de SONY para PS4 en esta temporada navideña. El juego de conducción de Evolution Studios (recordemos: creadores de varios WRC en PS2 y de Motorstorm en PS3) llega por fin, un intento de presentarnos velocidad, diversión y con multitud de funciones sociales para ganarles a nuestros amigos y demás equipos. Bienvenidos a DriveClub

Para ello, nos hemos puesto con el juego tres santos varones de ésta vuestra casa: Ray, Tibu y un servidor. Le hemos dado vueltas y vueltas al juego hasta poder tener una opinión formada por las horas de vicio, y ésta es nuestra opinión sobre todo el potencial que encierra:

Ray

Por fin terminó la espera y llega a nuestras PS4 aquel juego de coches que prometía un genial nivel técnico y una revolucionaria jugabilidad que debería estar listo en el lanzamiento y que fue retrasado por motivos tecnicos. Ante nosotros tenemos este juego de velocidad con mucho de arcade y poco de simulación, esa es la apuesta de Driveclub. Si buscabas ajustar niveles de suspensión, tracción o aerodinámica te equivocas de juego. Aquí te subes al coche y tal y como te lo dan lo conduces, sin ajustes posibles. Sin daños en la mecánica provocados por golpes, salidas de pista o desgaste. De esos juegos de soltar poco el acelerador del coche y jugar con los derrapes y frenadas para apurar el crono y recortar a los rivales. Con un modo de progresión muy parecido al que se pudo ver en Need For Speed Shift, una serie de eventos con objetivos que ofrecen unas estrellas que acumuladas van desbloqueando más pruebas. Con situaciones en carrera aleatorias donde todo lo que hacemos suma (adelantamientos, topes de velocidad, derrapes, trazadas correctas,etc) o resta experiencia (salidas de pistas, colisiones, si somos adelantados,etc). Una experiencia que sirve para subir el nivel de piloto e ir recibiendo coches, en ningún momento podremos elegir que coche recibimos ya que es el juego el que tiene predefinido los coches que entrega a cada nivel conseguido. Coches diferenciados en las categorías Compacto (Wolkswagen Golf GTI, Audi A1, Mini Cooper..), Deportivo (Bentley GT V8, Lotus Evora S…), Rendimiento (Maserati GT, Ferrari California, RUF RGT 8…), Superdeportivo (Ferrari 430, Mc Laren 12C…) e Hyperdeportivos (Pagani Huayra, Gumpert Apollo…). De esta manera iremos pasando por los eventos de carrera, crono o drift de cada una de las categorías.

Es muy atrevido visualmente, pero que mucho. Propone un alto nivel de detalle por todos los recovecos de la pantalla. Paisajes exuberantes y llenos de contenido repartidos por Canadá, Chile, Noruega, Escocia y la India. Tan atrevido que en ocasiones te puede maravillar con lo que es capaz de mostrar o decepcionar con elementos del mapa haciendo popping. Muchas texturas desde las imperfecciones en el asfalto hasta un modelado de los coches exquisito, aunque en ocasiones y dependiendo del vehículo de la sensación de que esté flotando sobre la carretera. Además ofrece un gran nivel de sombras y luces mostrando el amanecer o atardecer en plena competición llevando la acción a unas circunstancias diferentes con las que iniciemos, este apartado es asombroso y sin duda de lo mejor del juego. Comenzar una carrera de día y en seco y terminarla en plena noche y lloviendo, en un transcurro de tiempo ficticio pero muy bien concebido.

Los desafíos de club os llevarán a ser los primeros… a veces

Y luego está el tema social. Es como si tuvieras facebook exclusivo para un juego de coches. Creas o te unes a un club y desde ese momento el juego se convierte en un muro donde se registran tus actividades, las de tu club y las de tus amigos y sus clubes. Una orgía de información sobre logros, objetivos y sobretodo desafíos. Por ejemplo, si consigues en un evento un excelente tiempo creas un desafío y lo puedes enviar a tus amigos, a tu club o simplemente a cualquiera que quiera batirlo. Alarga sistemáticamente la vida del juego con este espíritu competitivo, quizás no sea de tu agrado pero esta bien concebido, de eso no duda. Además destaco que no es necesario tener suscripción PS+ para formar parte de este baile de retos.

Personalmente no me gustan varios aspectos. Una de ellas es aquel juego te de los coches a media que progresas de nivel. Esto convierte el juego en algo más monótono y resta de libertad al jugador para decidir y casi te obliga a llevar una carrera predefinida. Parece una tontería y quizás esto no te moleste pero para mi gusto hubiera preferido que los coches estuvieran ya desbloqueados, salvo algunos que si tuviéramos que hacer acciones para desbloquearlos, o que pudiéramos pagar experiencia a cambio de los vehículos que quisiéramos. Esto le hubiera dado la libertad para que diferentes pilotos lleváramos caminos distintos.Tampoco me gusta que el juego abuse de circuitos urbanos y zonas de montaña. No solo eso si no que encima realiza carreras de hasta 12 coches en carreteras de, en ocasiones, un solo carril. Os podéis imaginar en lo que se convierte la primera curva cerrada después de la salida, como poco es injugable hasta que se dividen los grupos de cabeza y los rezagados. A esto hay que sumarle la IA de los coches controlados por la CPU. No digo que sea mala, en ocasiones si que se comporta debidamente, pero en otras hacen cosas absurdas como chocarse contra otros pilotos, o contra ti, sin sentido alguno.

Con todos los aspectos positivos y pese a lo negativos, el cóctel resultante es un juego bastante divertido y de buena factoría. Que invita a rejugar las pruebas superadas aunque sea solo para conseguir un registro de derrape, velocidad o trazada y que el alto nivel social de buen seguro va a garantizar una competición muy sana en tu lista de amigos. [82]

Tibu
Todo jugador habitual ha tenido que usar alguna vez la expresión «mi relación con este videojuego es de amor/odio» y es que no hay otra manera de definir eso a lo que estás jugando sin parar y te gusta tanto que adoras sus pros aún sin poder quitarte sus contras de la cabeza, y todo esto se agolpa en tu cabeza y danza rebotando en tu corazón de jugador sin que termines de saber si odias o amas ese juego. Esto viene siendo lo que me ha pasado estas semanas jugando a Driveclub.

Adoro que Evolution Studios haya querido hacer un arcade maquillado de juego serio de conducción con unas capas de fotorrealismo que lo convierten en el juego de conducción con mejor apartado visual de cuantos hemos visto en los últimos años. Estamos ante un arcade puro y en todos los sentidos del término (salvo, quizás, en que no todos los coches se conducen igual). Driveclub sabe lo que es, sabe que no quiere entretener al jugador con modificaciones técnicas para las piezas del coche, que no quiere pedir miles de vueltas de pruebas o test en el túnel de viento para saber como sacar el mayor partido a nuestro Audi R8.

Evolution sólo ha querido que el jugador se eche a la carretera y se una a la «batalla de puntos», porque la mecánica más básica de cualquier arcade está bien presente en Driveclub. Las cifras ocupan casi tanta pantalla como los amaneceres y las montañas nevadas. Tanto los récords que el juego tiene por defecto a modo de desafíos como las continuas puntuaciones en línea que nunca dejan de nacer de cada carrera que cada jugador realiza en cualquier parte del mundo, son la meta a batir en este, el primer título de conducción exclusivo de PS4.

Es difícil no amar Driveclub con sus ciclos día/noche sucediendo en mitad de frenéticas carreras, ni su condición de situaciones scriptadas hacen que nos parezcan menos mágicos. Es difícil no engancharse a los circuitos de India, Noruega y demás países invitados cuando continuamente vas subiendo niveles de forma individual y todavía es más difícil cuando formas parte de un club y sientes la necesidad de elevarlo a lo más alto de los marcadores.

Y con todo lo difícil que es odiar a Driveclub a veces consigue que lo hagas con lo más profundo de tu alma, con una IA que parece querer jugar a los coches de choque cuando en la entrada a una curva deciden no utilizar el freno y sacarte del circuito inherentes a las penalizaciones que ello conlleva y que a ellos también se aplican. Una IA que más que querer ganar parece no querer salirse de sus raíles. Por suerte para Driveclub ya se venía anunciando como una experiencia social y multijugador, consiguiendo así que las críticas hacía sus fallos en la vertiente monojugador no pesen tanto, que cosas como la IA o la ridícula duración del Modo Tour no consigan empañar la experiencia final y última, que al igual que la de la franquicia Call of Duty es disfrutar de un multijugador infinito que posiblemente no lo termine siendo tanto si Evolution no apoya el contenido de su obra debidamente.

En el multijugador competitivo quizás echemos de menos algo de orden, pues las competiciones son eventos de creación aleatoria que se generan cada pocos minutos de 6 en 6 en las que debemos inscribirnos para competir con otros jugadores en línea. Al menos esta generación aleatoria ofrece condiciones especiales que nos obligarán a jugar con distintos vehículos y en distintas condiciones, condiciones como carrera por equipos que no sólo cuenta la puntuación individual de cada piloto si no que cuenta la puntuación global para decidir quien gana, si los rojos o los azules. También condiciones como Italia vs Alemania, que hará que los competidores solo puedan escoger entre coches de estos países. El multijugador de Driveclub sin duda durará mucho tiempo con un mantenimiento y una comunidad adecuados.

Para el jugador solitario que esperaba por fin un buen juego de conducción en su PS4 quizás Driveclub no sea la mejor de las opciones, pues la duración de sus modos monojugador no justifican ni los 40€ que costará pasar de la edición gratuita de PlayStation Plus a la completa. Para aquel fan de el juego en grupo, la conducción y el farmeo de experiencia Driveclub puede ser una peligrosa droga a la que ya era hora que nos dejaran engancharnos. [75]

Juantxi
Estamos hablando de un género donde la nueva consola de SONY sólo tenía un título hasta ahora (en cuanto a coches, no meto las motos porque ya estaba el corriente y moliente MotoGP de Milestone) y era un juego que había salido a la venta con la consola (Need for Speed Rivals). Es decir, casi un año entero con un juego de conducción a la venta, y ni siquiera era compatible con volantes, sólo para jugar con pad. Gracias a Dios, y después de esperar tanto tiempo, Evolution Studios suelta la liebre de DriveClub, una suerte de juego de conducción pseudo-arcade con muchas cosas buenas y algún que otro tironcillo de orejas. Pero realmente si nos quitamos las etiquetas de «simuladores/arcades» hay que decir que es un muy buen juego de carreras dentro de su estilo, ya que se podría comparar con el primer Forza Horizon o el ya lejano Project Gotham Racing, e incluso en cuanto a sensaciones con Rallisport Challenge (dejando de lado la superficie sobre la que se corre). Con esos juegos como referencia, podemos decir que en PS4 estamos de suerte de poder contar con este título…

Visualmente, PS4 demuestra que Evolution Studios ha logrado un nuevo nivel en cuanto a recreación de entornos, aplicación de la luz y transiciones lumínicas día-noche. Coches con una solidez y modelado magnífico -incluso los interiores-, con grandes efectos de luz en carreras nocturnas y con una luminosidad excelente en las partidas diurnas con cielo nublado (en alguna ocasión parece fotorrealista, a mi parecer), se le puede etiquetar como el juego que mejor retrovisor central posee hasta ahora en cualquier plataforma por todo lo que muestra y el grado de detalle que tiene. Echo en falta el modo Foto, que por lo visto saldrá más adelante y promete mostrar de forma brillante el poderío del motor gráfico. Además, posee una sensación de velocidad envidiable ya con coches medianos, un manejo muy intuitivo y agradable (que no facilón, que es distinto) y donde se podría haber añadido para hacerlo globalmente brillante unos desperfectos mecánicos para que los que desearan más realismo pudiesen tenerlo. Así, tal y como se juega, es un título de coches que premia la buena conducción en cualquier aspecto (rebufos, adelantamientos, tramos sin chocar, derrapes,..) pero que castiga de forma MUY mínima aprovecharse que los coches sí sufren desperfectos visuales pero NO mecánicos para utilizar a los demás como escudos en las curvas, o simplemente utilizar de forma lateral un bordillo para adelantar por mucho que choques contra él, ya que no vas a perder propiedades del motor, ni velocidad, ni nada parecido; simplemente te descontarán unos cientos de puntos por ello y nada más… fallo de jugabilidad gordo en el multijugador, imperdonable a estas alturas de la película.

Por lo demás, un gran título de conducción que va a sufrir continuas comparaciones con el pseudo-arcade de la competencia que sale por las mismas fechas (Forza Horizon 2) por su estilo (no por su mecánica, al ser éste de mundo abierto) y por el gran componente social que poseen ambos. DriveClub nos anima a formar un equipo con otros cinco amigos y participar en desafíos individuales o de club, conseguir puntos en sus diferentes pruebas (contrarreloj, carreras, drifting) y subir en el ranking hasta ser los mejores. Las opciones sociales son inmensas (podremos crear nuestros propios desafíos, por ejemplo) aunque el editor de emblemas de club o de pinturas para las carrocerías son infinitamente menores a las que poseen otros títulos (Forza, por ejemplo). Los vehículos no se diferencian a nivel de menú por su tracción, motor, etc, (sólo hay cuatro apartados que los diferencian) y cada carrera tendrá un denominador común en sus vehículos (carreras de Audi, vehículos de una nacionalidad, etc) pero no tendremos opción de comprarlos para cada evento ya que se desbloquean según vayamos avanzando en las competiciones y sólo tendremos que elegirlo dentro de una lista que forma nuestro garaje, algo que le resta libertad al usuario y que echamos de menos. Por suerte, una vez empiezas a jugar, esto se olvida aunque la IA de los vehículos contrarios a veces te desespere por su falta de respuesta a situaciones impredecibles o para mantener su posición y responder a frenadas ocasionales que se encuentran dentro de su trazada, la dificultad es suficiente reto hasta para los más expertos según los tiempos prefijados. En cuanto a las carreras online, no hemos podido probarlas con suficiente optimización ya que días antes de la salida del juego los servidores iban más o menos como la política en España… esperemos que una vez el día de lanzamiento llegue los servidores respondan y tengamos una experiencia totalmente optimizada, ya que divertido, DriveClub lo es. Y mucho. Por lo menos PS4 ahora puede empezar a oler a rueda quemada en condiciones…[78]

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