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Análisis DucksTales Remastered Edition

DuckTales

Somos presa de nuestro pasado. Tanto un servidor como la mayoría de los que leéis estas líneas nos dejamos seducir muchas veces por remakes de juegos que marcaron una época para nosotros. Pero, ¿realmente todos merecen la pena?

El último caso que ha llegado a esta casa es el de DuckTales: Remastered, un juego que fue un bombazo en su día para muchos miembros de esta casa y al que ahora Capcom le ha logrado dar un lavado de cara y traérnoslo en bandeja de plata a PC, PS3, Xbox 360 y, por supuesto, para Wii U, consola en la cual hemos podido analizar el juego gracias a Nintendo.

Si nos centramos en el apartado técnico simplemente debemos aplaudir la labor de Capcom. En vez de intentar conformarse con hacer un mero port del original sin molestarse siquiera en arreglar el apartado gráfico para DuckTales han decidido volver a construir de nuevo el juego, desde la primera piedra hasta la última, alcanzando una calidad gráfica que cuida hasta el más mínimo detalle y que hace que verdaderamente nos sumerjamos en el mundo del Tío Gilito y compañía.

Lo mismo podemos decir de la banda sonora, la cual se ha remasterizado completamente, adquiriendo un sonido limpio y muy logrado que se colará por nuestros oídos y que nos permitirá viajar a nuestra juventud en la que jugábamos a la versión original del juego sentados en el suelo de nuestro salón con el bocata de Nocilla preparado por nuestras madres a un lado y aporreando el mando de nuestra consola mientras intentábamos pasarnos cualquiera de los niveles de este DuckTales.

Pero, amigos míos, no todo son bondades en el juego de Gilito y es que, en el apartado jugable es donde encontraremos las principales lagunas del título y es que el tiempo no pasa en balde y la evolución que han pegado los plataformas en el mundo de los videojuegos dejan el culo del Tío Gilito con las plumas al aire.

Pero no lanzaré mis dagas todavía, pongamos primero lo bueno en la balanza, la dificultad del juego es bastante elevada y será el caramelo (además de los recuerdos de nuestra niñez) que más nos permitirá engancharnos a este Ducktales, de hecho, gracias a ella y a los extras que podremos ir desbloqueando con el dinero que vayamos ganando superando las diferentes pantallas casi olvidaremos que en realidad estamos ante un juego que cuenta con muy pocos niveles con una mecánica muy parecida entre todos ellos y es que hoy en día, pegar un bastonazo o saltar sobre un enemigo puede que no sea suficiente atractivo para un plataformas.

Otra de las cosas malas de este remake y la que más me molesta la encuentro en el control, que quizás no se ha mimado todo lo que se debería, a veces he sentido como si Gilito tardara demasiado en obedecer a nuestras órdenes y además me he encontrado con un detalle bastante feo y que se podría arreglar fácilmente y es que, cuando vamos botando impulsándonos con el bastón de este viejo tacaño, si tenemos la mala suerte de caer cerca de uno de los bordes del suelo pararemos de botar automáticamente, algo que provocará algunas muertes que no resultan nada agradables para el jugador.

En cuanto a la versión que hemos podido probar de Wii U el único extra lo encontraremos en la posibilidad de poder jugar el título en la pantalla del mando de la consola de Nintendo, título que, por cierto, le queda como anillo al dedo a la misma, lo que me recuerda que sería un juego ideal para una consola portátil como la propia 3DS de la gran N o la PS VITA.

Conclusiones

Hay luces y sombras en DuckTales Remastered. Lo primero que quiero aplaudir es el esfuerzo de Capcom y compañía en el apartado técnico. En esta ocasión no se han conformado con portar el juego directamente de su versión antigua sino que han vuelto a construir todo el apartado gráfico y sonoro dotando a este plataformas de un aspecto inmejorable.

Sin embargo en el aspecto jugable sí tenemos cosas que reprocharle y es que algunos fallos en el control y la brevedad del juego no justifican los casi 15 euros por los que está a la venta en formato descargable. Eso sí, por lo menos es difícil y adictivo y cuenta con algunos extras que harán que más de uno se deje la vida en intentar recolectar el dinero suficiente a lo largo de todos los niveles para conseguir desbloquear estos bonitos añadidos. [72]

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